La inflación en México continuó su tendencia a la baja en la primera quincena de noviembre, registrando una variación anual del 4.56%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Este resultado representa una desaceleración respecto al 4.76% observado al cierre de octubre, acercándose al objetivo del Banco de México de 3%, con un rango de tolerancia de un punto porcentual.
FACTORES QUE IMPULSARON LA DESACELERACIÓN
La reducción de precios en productos clave como el gas licuado de petróleo (LP), el limón, el plátano, las naranjas y el aguacate fue determinante para este comportamiento.
Estos descensos compensaron los incrementos observados en bienes como el jitomate, el tomate verde, la papaya, los nopales, la calabacita y la cebolla.
Además, el fin de las tarifas eléctricas de verano provocó un aumento estacional en los costos de electricidad.
DESGLOCE DEL ÍNDICE NACIONAL DE PRECIOS AL CONSUMIDOR (INPC)
En términos quincenales, el INPC avanzó un 0.37% en comparación con la segunda quincena de octubre.
En el componente subyacente, que mide la tendencia de la inflación a mediano y largo plazo, se reportó un ligero incremento de 0.04% respecto al periodo anterior, alcanzando una variación anual de 3.58%.
En la primera quincena de noviembre 2024, la #inflación general anual se ubicó en 4.56%. El Índice Nacional de Precios al Consumidor #INPC aumentó 0.37% a tasa quincenal.
Por componente, la inflación anual fue la siguiente:
▪️ 3.58%, Subyacente
▪️ 7.64%, No subyacente— INEGI INFORMA (@INEGI_INFORMA) November 22, 2024
Dentro de este índice, los precios de las mercancías disminuyeron 0.14%, mientras que los servicios subieron 0.22%.
Por su parte, el índice no subyacente, que incluye productos de alta volatilidad como los agropecuarios y los energéticos, mostró un alza quincenal de 0.63% y un aumento anual de 7.64%.
Dentro de este grupo, los productos agropecuarios subieron 0.25%, y los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno registraron un alza significativa de 2.41%.
PERSPECTIVAS ECONÓMICAS
La desaceleración de la inflación refuerza las expectativas de estabilidad económica en el país y ofrece un panorama más favorable para los consumidores. Sin embargo, la persistencia de aumentos en ciertos productos y servicios clave subraya la necesidad de monitorear factores internos y externos que podrían afectar los precios en el futuro.