El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha subrayado la necesidad urgente de implementar reformas estructurales en medio de un período prolongado de debilidad económica, cambios demográficos y la imperativa transición hacia tecnologías verdes.
El FMI insta a los formuladores de políticas a adoptar medidas que fomenten la competencia, reasignen recursos a sectores emergentes y refuercen la oferta laboral, especialmente ante el envejecimiento de la población. Estas recomendaciones se destacan en el Capítulo 3 del informe “Entendiendo la Aceptabilidad Social de las Reformas Estructurales”, parte del Informe de Expectativas Económicas.
En el documento, difundido hoy, a pocos días de la reunión anual del FMI y del Banco Mundial que se celebrará del 21 al 26 de octubre en Washington, se enfatiza que las reformas estructurales deben estar respaldadas por un sólido marco institucional que promueva la confianza y el diálogo desde las primeras etapas de diseño de políticas.
APOYO A LA REFORMA
El análisis subraya la importancia de realizar consultas exhaustivas con todas las partes interesadas para identificar medidas de mitigación y abordar preocupaciones personales y sociales que puedan socavar el apoyo a las reformas.
Diseñar reformas estructurales es esencial para impulsar la productividad, el empleo y el crecimiento. Los analistas del FMI señalan que la economía mundial ha estado soportando un prolongado periodo de debilidad estructural, con perspectivas sombrías bajo las políticas actuales.
La desaceleración del crecimiento mundial se atribuye en gran medida al envejecimiento de la población, bajos niveles de inversión y problemas estructurales que dificultan la reasignación de capital. Las presiones demográficas y las transformaciones estructurales relacionadas con la transición verde y los cambios tecnológicos requerirán importantes inversiones y reasignación de recursos.
En este contexto, el FMI reitera la necesidad de avanzar en reformas estructurales para actualizar las reglas y políticas económicas, impulsar la productividad, el empleo y el crecimiento. Las prioridades incluyen aliviar las barreras de entrada y fomentar la competencia en los mercados para facilitar la reasignación de recursos entre los distintos sectores económicos, aprovechando los beneficios potenciales de las nuevas tecnologías.