Ciudadanos y feligreses unen fuerzas en una marcha pacífica en Suchiate, exigiendo seguridad y acciones efectivas contra la creciente delincuencia en la región fronteriza con Guatemala.
En un acto de solidaridad y protesta, ciudadanos y feligreses de la iglesia católica, vestidos de blanco, tomaron las calles de Suchiate, una localidad en la frontera con Guatemala. Su objetivo: exigir a los tres niveles de gobierno una mayor seguridad y acciones efectivas contra la delincuencia que azota la región.
Heyman Vázquez Medina, párroco de la iglesia San Andrés Apóstol en Suchiate, criticó los operativos de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano en la zona fronteriza. Según él, estas acciones más que proteger, intimidan y amenazan a la población.
Estamos preocupados por los crecientes casos de inseguridad e impunidad en nuestro país, estado y municipio, expresó Medina al leer un pronunciamiento oficial.
Pese de la presencia de las autoridades, la criminalidad no ha disminuido. Las denuncias sobre la presencia de delincuentes parecen pasar desapercibidas para las corporaciones.
Esta actitud nos hace pensar que están coludidos con los delincuentes. No podemos distinguir dónde termina el gobierno y dónde comienza la delincuencia, afirmó Medina, quien también es miembro de la Pastoral de Movilidad Humana de la Diócesis de Tapachula.
Los participantes de la marcha por la paz, todos vestidos de blanco, recorrieron las principales calles de Suchiate y concluyeron con una homilía en el centro del municipio.
La frontera de México con Guatemala ha sido escenario de un aumento de la violencia en los últimos meses, producto de la disputa entre el Cartel de Sinaloa, que ha dominado la región, y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).