Por José García Sánchez
X: @Josangasa3
En los viejos tiempos los medios de información eran parte del gobierno y éste era socio de los medios. Cuando se pensaba que esta sociedad, que degeneró en complicidad, se había terminado, encontramos en Nuevo León un verdadero cacicazgo monopólico mediático-político, que sirve de tamiz para quienes quieren llegar a ganar puestos de elección popular en la entidad como un retroceso al pasado.
En las elecciones de 2023, uno de los candidatos a la gubernatura comentó que para llegar a ser competitivo para cargos de elección popular habría que comprar el permiso de la virgen María y San José, de los comicios. Que no son otros que María Julia Lafuente y el reciente fallecido Héctor Benavides, conductores de noticias de Canal 6 de Monterrey, perteneciente a Multimedios.
Así habría que darle una cantidad de dinero considerable, caerles bien y concertar contratos a futuro, para ser considerados en su información. de otra manera, simplemente no existen. En Nuevo León existe un monopolio informativo en el que todavía creen algunos nuevoleoneses, a pesar de lo absurdo de su información y de lo sórdido de su programación.
Algunos habitantes de Nuevo León están tan a gusto con la manipulación de los medios y, en especial de los noticieros de Multimedios, que la diputada local de Acción Nacional, Cecilia Robledo Suárez, propuso al Municipio de Monterrey que una calle lleve el nombre del Arquitecto Héctor Benavides Fernández, por lo que entregó la solicitud escrita dirigida al alcalde regio, Luis Donaldo Colosio Riojas. En el oficio, solicita al presidente municipal que haga la propuesta a la Comisión de Nomenclatura del Ayuntamiento de Monterrey. Así la calle Paricutín podría ser; “Paricutín/Arq. Héctor Benavides”, en homenaje y a quien estuvo engañando a varias generaciones de nuevoleoneses con noticias sesgadas y Fake News.
En realidad, María Julia sobreviviente despótica de este marasmo informativo anacrónico, trata a sus subordinados como si se tratara de esclavos sin dignidad, y los comunicadores saben que de responderle a esta persona es quedarse sin trabajo en toda la región, desde Tamaulipas hasta Coahuila, que es la zona de influencia de estos caciques televisivos, políticos y manipuladores sociales. Así La lectora de noticias regaño a la reportera Sandra González al aire:
“No, no, no. ¿Qué gracias con Sandra González? Oiga, compañera, no tiene que decir nada más que la nota, los niveles alarmantes de contaminación. ¿Qué anda diciendo usted la derrota del equipo de casa? Derrota la de usted, de su equipo, hace dos semanas. ¿Por qué no la recuerda? Usted nada más dedíquese a informar, y lo que pasó, ya.
María Julia hizo alusión al estado civil de la reportera Sandra Gonzáles al decirle que “anda desatada” desde que está soltera.
Pero María Julia continuó y comentó acerca de la edad de la reportera, hasta que finalmente exigió, de mal modo, ir a un corte comercial.
El despotismo de esta mujer, quien se dice preparada para difundir noticias, crea una sensación de prepotencia que no concuerda con la dignidad de los nuevoleoneses, aunque algunos masoquistas llegan a admirarla, cada día son menos afortunadamente.
La televisión nuevoleonesa es de las más atrasadas del país, tal vez por ello convenzan a algunos de votar por Samuel García o algún miembro de su familia. A veces en la entidad lo vacuo, lo aparente se impone sobre el conocimiento y el humanismo. Este cacicazgo de los medios que es en la región un monopolio en realidad es un ´peligro para la democracia y la honradez.