Falla geológica y explotación de agua: posibles causas de socavón en Puebla

Falla geológica o variaciones hídricas del suelo: posibles causas del socavón en Juan C. Bonilla

Carlos Miguel Valdés, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, detalló que una falla geológica o variaciones hídricas del suelo, apoyadas por la mano del hombre, con la explotación del agua en la zona, pudieran ser unas de las posibles causas de la aparición del socavón en Santa María Zacatepec, Juan C. Bonilla, en Puebla.

Los lugareños hablan de un ojo de agua o un jaguey, que habría sido cubierto por los campos de cultivo.

“Con suelos muy ricos, por el material proveniente del volcán Popocatépetl, ubicado a 32 kilómetros de distancia, se ha convertido con el paso del tiempo en una pendiente, “en la que hay una gran circulación de agua”, explicó el científico.

“Por lo que estaríamos, ante un fenómeno de origen natural, de alguna manera asistido por el ser humano”, señaló el investigador.

Miguel Valdés explicó que estas depresiones o agujeros, que se deben al colapso súbito del suelo, cuando hay un debilitamiento de la parte de abajo del suelo.

“El socavón de Santa María, se ubica en el nivel de aguas freáticas, por eso se hace estos pozos. Son naturales, como en el caso de los cenotes, en la Península de Yucatán, en roca caliza”.

El científico agregó que el proceso puede ser paulatino, o súbito, como es el caso, que en menos de cuatro días ha aumentado su perímetro de 10 a casi cien metros, aunque, la pregunta que urge responderse es hasta cuándo va a detener su avance.

Precisó, que la oquedad tiene cortes muy verticales, pero llegará un punto en que el suelo tenga un poco más de cohesión y comience a mantenerse de forma estable, y que el agua que pasa por debajo, encuentre un cauce, para que entonces se detenga.

Experto pide a lugareños no acercarse al socavón

El investigador llamó a los lugareños a evitar la zona, por la inestabilidad del terreno, porque si se acercan demasiado se corre el riesgo de que inclusive el peso de una persona, que no es mucho, por la inestabilidad del terreno, éste podría desgajarse, para terminar tragados por el agua”.

Señaló la oquedad de Santa María Zacatepec, aunque es muy llamativa, no es un fenómeno único; se tiene registro de otras grandes oquedades. En particular en la Ciudad de México en 2019, 2012 y 2013.

Destacó que, uno de los lugares más profundos existe en México; el cenote de Zacatón, en Tamaulipas con 319 metros de profundidad del agua. “No es extraño, pero hay que tenerle respeto a la naturaleza”, concluyó.

Con información de Excélsior