La lucha del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra la migración indocumentada también afecta a los menores de edad. En varios estados, se están presentando proyectos de ley para prohibir o dificultar que los niños sin documentos accedan a las escuelas públicas, una medida que refleja el enfoque más estricto que ha caracterizado a la administración Trump hacia la migración.
ACCIONES EN TENNESSEE Y EL RECHAZO A LA MATRICULA
En Tennessee, legisladores republicanos han expresado su apoyo a la idea de que los distritos escolares locales no inscriban a niños indocumentados. William Lamberth, representante del estado.
“Las comunidades de Tennessee no deberían tener que sufrir ni pagar cuando el gobierno federal no asegura nuestras fronteras” argumentó.
Mientras tanto, el gobernador Bill Lee no ha tomado una postura clara sobre la propuesta, aunque firmó una ley que otorga ayuda económica para estudiantes que deseen asistir a escuelas privadas, excepto aquellos que no puedan demostrar su estatus legal.
PROYECTOS DE LEY EN INDIANA, TEXAS Y OKLAHOMA
En Indiana, se presentó un proyecto de ley que otorga a los distritos escolares la facultad de negar la inscripción a estudiantes indocumentados. Esta iniciativa también establece que el fiscal general deberá defender a las escuelas ante cualquier demanda relacionada. Además, exige que las instituciones educativas informen sobre el número de estudiantes sin documentos, su tasa de asistencia, el aprendizaje del inglés y los profesores bilingües.
Por su parte, en Texas, se presentó una propuesta para que los distritos escolares registren a los estudiantes indocumentados y, con esta información, soliciten al gobierno federal el reembolso de los costos que implica su matrícula.
Mientras tanto, en Oklahoma, el superintendente estatal republicano Ryan Walters pidió que los estudiantes presenten pruebas de su ciudadanía o estatus migratorio al momento de inscribirse. Aunque esta medida no prohibiría la matrícula, sí obligaría a las escuelas a realizar censos.
RESISTENCIA EN ALGUNOS ESTADOS
A pesar de los esfuerzos legislativos en diversos estados, hay resistencia. En Denver, por ejemplo, se presentó una demanda para evitar que las redadas migratorias afectaran a los distritos escolares. Además, en Oklahoma, el gobernador Kevin Sitt se comprometió a frenar una medida similar, argumentando que el foco debe estar en perseguir a quienes cometen delitos, no a los niños sin papeles.
Estos proyectos de ley, que buscan restringir el acceso a la educación de los niños indocumentados, continúan alimentando el debate sobre el derecho a la educación frente a las políticas migratorias. Los defensores de los derechos humanos y de los inmigrantes continúan luchando contra estas medidas, argumentando que la educación debe ser un derecho fundamental para todos los niños, sin importar su estatus migratorio.