El Moco: de huachicolero a candidato encubierto

El 1 de octubre de 2020, Juan Lira Maldonado, alias “El Moco”, fue detenido por su participación en una amplia red de delitos, incluyendo robo de combustible, narcomenudeo y homicidio en los estados de Puebla e Hidalgo. Este peligroso criminal no sólo sembró el terror en la región, sino que también intentó infiltrarse en la política local para fortalecer su imperio delictivo. 

Entre sus crímenes más atroces se encuentra el asesinato de tres personas en la localidad de Tres Cabezas, municipio de Chignahuapan, en marzo de 2020.

UN HUACHICOLERO CON AMBICIÓN DE PODER

Lira Maldonado operaba  en la Sierra Norte de Puebla, donde acumuló riqueza mediante el saqueo de ductos de Pemex entre otros actos ilícitos. Sus almacenes clandestinos, como el que explotó en el municipio de Aquixtla, eran prueba de la magnitud de su operación criminal. En el momento de su captura, se le decomisaron 97 bolsas de metanfetamina y una escopeta recortada, dejando en evidencia su doble vida de criminal y pseudoempresario.

Según la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), “El Moco” era uno de los principales responsables del robo de combustible en la región, con fuertes vínculos con otros criminales de alto perfil, como Oscar T., alias “El Loco Téllez”. Esta asociación delictiva generó un clima de violencia e inseguridad en el estado.

LA SOMBRA CRIMINAL DE SU FAMILIA

Su sed de poder no se detuvo con su captura. Su hijo Gerardo L., alias “El Gera”, asumió el liderazgo de la organización delictiva, expandiendo su imperio criminal en los municipios de Chignahuapan, Zacatlán y Aquixtla. Gerardo fue finalmente detenido en enero de 2021, junto con su tío José Guadalupe L., alias “El Z46”, reafirmando la corrupción y criminalidad arraigada en la familia.

FRAUDE ELECTORAL, VIOLENCIA Y COACCIÓN EN CHIGNAHUAPAN

Obsesionado con el poder, “El Moco” intentó manipular las elecciones municipales de Chignahuapan con promesas falsas. Engañó a los ciudadanos con tarjetas bancarias sin fondos a cambio de votos, demostrando su desesperación por mantenerse en el poder. Cuando su victoria fue anulada, su grupo delictivo recurrió a amenazas y chantajes para influir en una nueva elección, mostrando su absoluto desprecio por la democracia.

En noviembre de 2024, sus simpatizantes, muchos de ellos con antecedentes delictivos, protagonizaron disturbios violentos tras la anulación de su triunfo electoral. Con agresiones a trabajadores municipales y periodistas, “El Moco” y sus aliados demostraron que no dudarían en utilizar la violencia para imponerse.

CONTROL POLÍTICO A TRAVÉS DE MOVIMIENTO CIUDADANO

A pesar de ser un prófugo de la justicia, Juan Lira Maldonado continúa manipulando la política local a su favor. Movimiento Ciudadano registró como candidata a la presidencia municipal de Chignahuapan a Yasmín Medina Carrasco, esposa de su abogado, Javier Nicolás Hernández. En 2024, Medina ya había formado parte de la planilla de “El Moco”, dejando en claro la corrupción y los vínculos criminales dentro del partido.

Mientras Puebla busca erradicar la violencia y corrupción que “El Moco” dejó como legado, su influencia sigue latente, demostrando cómo el crimen organizado se infiltra en la política con tal de mantener su dominio.