Eduardo Andrade, otro más que renuncia al PRI

La renuncia del ex presidente del congreso de Veracruz se suma a la creciente corriente de deserciones que atraviesa el partido tricolor, especialmente en el contexto de las elecciones del 2024, donde la mayoría de los miembros ha expresado públicamente su respaldo a Morena.

 

El anuncio de su renuncia fue presentado formalmente al dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno. 

 

Andrade, quien se afilió al partido siendo un adolescente, argumenta que las diferencias ideológicas con el Partido Acción Nacional (PAN) han llegado a un punto donde le resulta imposible continuar en el PRI frente a las próximas elecciones.

 

El político originario de Coatzacoalcos lamenta que el PRI haya abandonado sus principios fundamentales, llegando incluso a aliarse con sus adversarios ideológicos con fines electorales, en detrimento del bienestar del país. 

 

Criticó la alianza del PRI con el PAN-PRD, la cual considera un síntoma del fracaso más profundo al que puede llegar una organización partidista.

 

Eduardo Andrade, con una trayectoria política que incluye ser diputado del Congreso de la Unión, senador, y presidente del Congreso de Veracruz entre 2010 y 2013, expresó su desacuerdo con la alianza que respalda a la panista Xóchitl Gálvez para la presidencia del país.

 

Asegura que no podrá apoyar ni votar a favor de Xóchitl Gálvez debido a sus discrepancias ideológicas.

 

En su mensaje de renuncia, Andrade hace referencia a las declaraciones de Vicente Fox contra el PRI y señala que el ADN de ambos partidos los lleva al desprecio y rechazo mutuo.  Asimismo, critica la utilización del PRI como un “compañero de viaje” por parte del PAN en las elecciones.

 

Andrade subraya que, aunque en el pasado ha tenido diferencias con el partido sobre procedimientos internos, las actuales discrepancias son de fondo y lo llevan a tomar la decisión de renunciar. 

 

Expresó su incapacidad para seguir siendo miembro de un partido que, en su percepción, ha renunciado a sus principios e historia en lugar de mantenerse como un actor vigente en la vida política.