Ebrard, no todos los caminos llevan a Roma

 

 

 

Por José García Sánchez

X: @Josangasa3

 

 

Lo seguidores más radicales de Marcelo Ebrard se refugian en la crítica sistemática al Presidente, Morena y a la 4T. No son de aquí ni son de allá permanecen en un limbo en cuanto a posiciones políticas que seguramente sólo puede producirles frustración.

 

Pocos son aún quienes advierten engaño de su líder, manipulación de la que no quieren darse cuenta un proyecto que terminó por apagarse hasta desaparecer. La traición disfrazada de rebeldía concluyó y muestra de ello son las vacaciones que Marcelo Ebrard disfruta en Italia.

 

Nadie con un proyecto propio, con vocación política y fundamento democrático, abandona el país donde creó un frente de lucha, una guerra de la que desertó para dar lugar a más críticas que consideraciones.

 

Como siempre ha sucedido los simpatizantes de Ebrard fueron más radicales que él, y muchas de las acciones emprendidas por él que redundaron en errores y excesos, se los debe a sus simpatizantes que iban por todo o nada. Se quedaron con menos que nada finalmente, porque hasta el líder los dejó en la orfandad política y electoral.

 

Optar por unas vacaciones dejando a medias el proceso de lucha por el que peleó con contingentes que no rebasan los 600 mil simpatizantes, es una muestra de derrota. Con esa cantidad de gente no puede armar un partido político ni asegurar triunfo electoral alguno. Sin embargo, sus simpatizantes insisten en que los mexicanos hubieran preferido su candidatura hacia la Presidencia de la República, de la necedad pasaron a la obsesión para caer en la frustración que no busca quién se la debe sino quién se las pague.

 

De ahí que vean en el Presidente a una persona llena de errores, personaje al que anteriormente admiraban, apoyaban y seguían incondicionalmente. La tentación de ser representados por un dandy que les regresara la ilusión de un aspiracionismo vacío, los llenó de ambición, y cada uno de los líderes de las avanzadas se sentía el próximo secretario de Gobernación cuando Ebrard fuera Presidente de México.

 

Hubo quienes se sentían en embajadas y gubernaturas en ese sueño que nunca estuvo asentado en la realidad, carentes de autocrítica, aseguraban no sólo tener la razón sino que ganarían todas sus apuestas. Incluso llegaron a amenazar con cambiar el rumbo del presupuesto y votar, junto con la oposición, por cambios en el destino de los dineros.

 

Ahora, con el líder esperando definiciones de Movimiento Ciudadano y negociando por teléfono sus posiciones, sus huestes perdieron la brújula. Por su parte, Ebrard, quien sabe que santo que nos es visto no es adorado, porque conoce muy bien los medios y mejor las redes, pero no el país, simplemente desapreció para disfrutar de la vida, la situación del país no está como para formar parte de los conflictos y escoge la evasión. Como lo hizo en su momento Santiago Creel antes de empezar a manejar la campaña de la candidata opositora.

 

Ya si lo adopta Movimiento Ciudadano, lo deberá sacar el dela orfandad y del anonimato para cubrir un requisito burocrático, con la consigna que lo importante no es ganar sino competir, llegará de Europa sin sorpresas ni ambiciones.

 

MC tendrá más votos que con ningún otro de sus candidatos, pero se quedará en tercer lugar. Si el ex canciller hubiera hecho presencia, aunque fuera en los medios convencionales a los que gusta asistir, podría haber alcanzado el segundo lugar, desde luego, con una amplia diferencia respecto al primero, pero prefiere el confort que ofrece el silencio en estos días aciagos.