La colectiva Marea Púrpura denunció que en el marco de la marcha por el 8M, dos periodistas y una activista fueron detenidas, incomunicadas, intimidadas y sometidas a maltratos y vejaciones sexuales por parte de elementos de la policía municipal de Izúcar de Matamoros.
Dicho municipio es gobernado por Irene Olea, la organización señaló que cuando integrantes de la colectiva salieron a realizar una campaña pacífica de concientización sobre la problemática del feminicidio.
Consistió en pintar en el piso siluetas de mujeres “sin dañar monumentos ni agredir a nadie”. Las feministas pidieron la presencia de dos reporteras de la prensa local, Natali y Michelle Hoyos López, para que dieran cobertura a esa forma de expresión, que se conjuntaría con una marcha al día siguiente por las calles de Izúcar de Matamoros.
Luego de esto, las periodistas se retiraron del lugar, junto con una de las feministas a la que acompañaron a su casa, pero fueron interceptados por elementos de la policía municipal al llegar al domicilio.
“Las bajaron arbitrariamente del vehículo en donde se transportaban amenazando tanto a la compañera del colectivo como a las dos periodistas con uso de la fuerza, agresiones verbales y amenazas, asimismo mencionaban: ‘Son órdenes de la jefa y estará muy feliz por lo sucedido’”.
Esto último se presume que en referencia a la alcaldesa morenista de Izúcar de Matamoros, Irene Olea Torres.
La colectiva feminista condenó estos hechos al tiempo que exigió justicia para la activista y las dos periodistas agredidas, así como castigo para las autoridades y elementos policíacos responsables.
Con información de Proceso