El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, prestó juramento este sábado para iniciar su segundo mandato presidencial, en medio de un clima de violencia ligado al narcotráfico y con una firme promesa de combatir a las organizaciones criminales que amenazan la seguridad del país.
Durante su discurso de investidura ante la Asamblea Nacional en Quito, Noboa, de 37 años, declaró que el país vive una confrontación directa con estructuras criminales organizadas y advirtió que no habrá tregua contra la delincuencia.
Asimismo, aseguró que su administración continuará con una política de mano dura contra el crimen. Noboa fue reelegido en abril de 2025 tras vencer en segunda vuelta a la candidata de izquierda Luisa González. Con este nuevo mandato, gobernará hasta 2029. Su primer periodo comenzó en 2023 tras unas elecciones anticipadas, convocadas en medio de una grave crisis de seguridad y violencia sin precedentes.
LLEGA AL PODER ENTRE POLÉMICA
Aunque Noboa ha sido respaldado por sectores que valoran sus medidas contra el narcotráfico, la oposición liderada por el expresidente Rafael Correa actualmente en el exilio continúa denunciando presuntas irregularidades en las elecciones. En protesta, no asistieron al acto de posesión. Las acusaciones de fraude han sido rechazadas por observadores internacionales.
Durante su primer año de gestión, Noboa decretó el conflicto armado interno, una medida que permitió el despliegue de las Fuerzas Armadas en calles y cárceles para combatir a las bandas criminales. Según datos oficiales, esta política contribuyó a una reducción de homicidios en 2024, aunque el país sigue enfrentando cifras alarmantes. Tan solo entre enero y abril de 2025, Ecuador registró 3.084 homicidios, el arranque de año más violento desde que hay registro.
Noboa reafirmó su intención de fortalecer la cooperación con Estados Unidos y otros aliados internacionales. Además, señaló que Israel ha ofrecido apoyo en materia de inteligencia para ayudar en la lucha contra el crimen organizado en Ecuador.