La sentencia de la Audiencia de Barcelona, notificada hoy, establece que Alves violó a una joven en el baño de la discoteca Sutton el 30 de diciembre de 2022, utilizando la violencia para forzar su voluntad.
La condena también incluye cinco años de libertad vigilada y nueve años de alejamiento de la víctima. Además, se le ordena indemnizar a la víctima con la suma de 150,000 euros.
Durante el juicio, que tuvo lugar entre el 5 y el 7 de febrero, la Fiscalía solicitó una pena de nueve años de prisión, mientras que la acusación particular pidió doce años.
La sala, aplicando la atenuante de reparación del daño, determinó que Alves agredió sexualmente a la víctima, alegando que la tomó bruscamente, la arrojó al suelo y la violó, a pesar de que la denunciante expresó su deseo de irse y negarse a la situación.
En el proceso judicial, las psicólogas designadas por la defensa argumentaron que Alves estaba ebrio esa noche, pero mantenía la capacidad de distinguir entre el bien y el mal.
La estrategia de la defensa para utilizar la atenuante de la embriaguez se vio cuestionada cuando se indagó sobre el alcance de la intoxicación alcohólica en la consciencia del acusado.
Testimonios del gerente del establecimiento y de un responsable de la sala de la discoteca respaldaron la versión de la víctima, quien señaló a Alves como el agresor al salir del lugar.
La joven, inicialmente reacia a denunciar, temía no ser creída, como lo expresaron sus amigas y otros testigos durante el juicio.
Las imágenes de las cámaras de seguridad de la discoteca confirmaron la versión de la joven, según la policía catalana.