Los precios del petróleo subieron este jueves debido a las crecientes tensiones en Medio Oriente.
Los inversores temen que un conflicto más grave en la región pueda interrumpir los flujos de crudo, aunque las perspectivas de una mayor oferta mundial mantienen las ganancias limitadas.
Asimismo, los futuros del petróleo Brent subieron 1.41 dólares, o un 1.91%, a 75.31 dólares por barril. Los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate aumentaron 1.45 dólares, o un 2.07%, a 71.55 dólares.
El mercado teme que Israel ataque infraestructuras petroleras iraníes, lo que podría provocar represalias de Irán.
Existe preocupación de que esta escalada pueda llevar a Irán a bloquear el estrecho de Ormuz o atacar infraestructuras saudíes, como en 2019, según Ashley Kelty, analista de Panmure Gordon.
El estrecho es un punto logístico clave por donde pasa una quinta parte del suministro diario de petróleo.
Israel bombardeó Beirut hoy, matando al menos a seis personas, después de que sus fuerzas sufrieran su día más mortífero en el frente libanés en un año de enfrentamientos con Hezbolá, grupo armado respaldado por Irán.
RESPUESTA DE ISRAEL
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que Irán pagaría por su ataque con misiles contra Israel el martes, mientras que Teherán afirmó que cualquier represalia sería respondida con una “vasta destrucción”, aumentando los temores de una guerra más amplia.
Harry Tchilinguirian, jefe de investigación de Onyx Capital Group, sugirió que los precios del petróleo podrían desplomarse si Israel decide presionar su ventaja contra Hezbolá en el sur del Líbano en lugar de atacar directamente a Irán.
Mientras tanto, los inventarios de crudo de Estados Unidos aumentaron en 3.9 millones de barriles a 417 millones en la semana terminada el 27 de septiembre, según la EIA, superando las expectativas de una disminución de 1.3 millones de barriles. Los analistas de ANZ señalaron que el aumento de inventarios demuestra que el mercado está bien abastecido y puede resistir perturbaciones. La capacidad de producción de la OPEP y la estabilidad del suministro mundial de crudo han mitigado los temores.