Una creciente ola de descontento ciudadano se vive en el municipio zacatecano de Juchipila, lugar natal de la actriz Florinda Meza. Luego del estreno de la bioserie Chespirito: Sin querer queriendo, habitantes de la región han convocado, a través de redes sociales, un evento para retirar una estatua dedicada a Meza que fue instalada en 2019 en una de las plazuelas principales.
El evento, titulado “Todos a quitar la escultura de Florinda”, fue creado en Facebook y ya suma más de 17 mil personas entre confirmados e interesados. En la descripción, los organizadores no se andan con rodeos: “Ya estuvo suavicremas de que estén quemando a nuestro pueblo, vamos a quitar la escultura de la vergüenza”.
VIEJAS HERIDAS, NUEVA INDIGNACIÓN
El descontento ciudadano no es reciente, pero ha cobrado fuerza tras la emisión de la bioserie sobre Roberto Gómez Bolaños, donde se reavivaron viejas polémicas sobre la relación de Meza con el comediante. Los internautas la acusan de haber sido factor decisivo en la separación de Gómez Bolaños y su esposa Graciela Fernández, madre de sus seis hijos. A ello se suman fragmentos de entrevistas en las que la actriz descalifica a la familia de su esposo, llamándolos “siete grandes defectos”.
Florinda Meza, conocida por sus papeles como Doña Florinda y La Chimoltrufia, ha pasado de ser un ícono de la televisión mexicana a un blanco de duras críticas. A pesar de los años que lleva en pie la escultura erigida en su honor, ahora hay un movimiento que exige su retiro como una forma de “limpiar” la imagen del pueblo.
SE ORGANIZAN EN REDES
En los comentarios del evento abundan frases como “Sí que la quiten”, “Aquí les damos asilo, no se apuren”, o “Sugiero poner pancartas que digan que Roberto cambió sus ‘7 defectos’ por uno más grande y feo”. Incluso hay quienes organizan traslados desde otras ciudades: “Rentamos una camioneta y nos vamos”, escribieron.
¿Cuándo será el retiro simbólico?
El evento está programado para el jueves 24 de julio, fecha en que se emitirá el episodio final de la serie Chespirito: Sin querer queriendo, producida por la plataforma Max. Una coincidencia que muchos consideran simbólica, al cerrar un ciclo tanto en la pantalla como en el espacio público de Juchipila.
La situación ha abierto un debate más amplio sobre la memoria colectiva, el papel de los monumentos y cómo figuras públicas pueden ser juzgadas a la luz de nuevas narrativas. Por ahora, la estatua de Doña Florinda sigue en pie, pero su permanencia pende de un hilo social cada vez más tenso.