En Tijuana, Baja California, un albañil identificado como Alberto R. utilizó su habilidad como constructor para cavar durante varias semanas un túnel secreto que conectaba su vivienda con la de su amante, Pamela, ubicada en la colonia Villas del Prado.
El propósito: sentirse cerca de su amante, ambos casados, sin ser descubiertos, creando lo que algunos consideran un “túnel del amor” inspirado en la estrategia subterránea de “El Chapo” Guzmán.
La clandestinidad del pasadizo, camuflado debajo de la cama de Pamela, pareció efectiva hasta que Jorge, su esposo, regresó inesperadamente antes de la hora habitual del trabajo. Al entrar en casa, sorprendió a la pareja en pleno acto. Alberto logró ocultarse y escapó por el túnel, pero Jorge lo siguió hasta la casa del albañil. Una vez allí, encontró a Alberto suplicando en voz baja: “No hagas ruido, manito, que mi esposa está dormida en la habitación”, aunque ese ruego fue inútil: el enfurecido marido lo atacó y le propinó una golpiza..
El escándalo no se limitó a los golpes: el incidente provocó la reacción inmediata del vecindario, que casi termina en linchamiento. Las autoridades tuvieron que intervenir para evitar una tragedia mayor y dar por finalizado el conflicto generado.
El desenlace fue drástico: ambos matrimonios terminaron en divorcio, y la noticia se viralizó por su mezcla de romance clandestino, ingenio constructivo y consecuencias dramáticas. Medios como Clarín y Red Uno recuperaron la historia afirmando que, pese a haberse originado en 2021, pero no hay una fecha exacta de este evento.