Comienza el cónclave: la Iglesia se prepara para elegir al nuevo papa

Tras una pausa para el almuerzo y un último tiempo de reflexión, los 133 cardenales electores comienzan este martes su ingreso a la Capilla Sixtina, donde se celebrará el cónclave papal. Vestidos con su atuendo coral, se reúnen primero en la Capilla Paulina y de allí parten en procesión al canto del Veni Creator Spiritus, una antigua invocación al Espíritu Santo.

Se espera que la procesión comience a las 16:30, hora local de Roma. Una vez dentro de la icónica Capilla Sixtina, bajo los frescos de Miguel Ángel, los cardenales prestarán el juramento de secreto y se dará inicio a la primera votación.

UNA ELECCIÓN CON SIGLOS DE HISTORIA Y RITUAL

El cónclave es uno de los procesos más solemnes y herméticos de la Iglesia Católica. En esta primera jornada solo se celebrará una ronda de votación. En los días siguientes, pueden realizarse hasta cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde.

Cada ronda toma alrededor de dos horas, ya que cada cardenal vota individualmente, en un proceso que combina espiritualidad y estrategia eclesiástica.

¿CUÁNTO PUEDE DURAR LA ELECCIÓN?

Si tras cuatro días no se alcanza la elección de un nuevo papa, el quinto día se reserva para la oración, la meditación y el diálogo informal. La votación se reanuda al día siguiente y puede extenderse por siete rondas adicionales antes de considerar una nueva pausa.

En caso de estancamiento, existe la posibilidad de reducir la elección a los dos candidatos más votados en la última ronda. En ese caso, bastaría una mayoría absoluta para definir al nuevo pontífice.

ANTECEDENTES Y EXPECTATIVAS

Aunque el proceso podría prolongarse, las recientes elecciones papales fueron rápidas: Benedicto XVI y Francisco fueron elegidos al segundo día de votación. Juan Pablo II, en 1978, fue elegido al tercer día.

El cónclave más largo de la historia, en cambio, se remonta al siglo XIII y duró casi tres años debido a luchas políticas internas. Hoy, la Iglesia espera que el Espíritu Santo guíe pronto a los cardenales hacia un nuevo sucesor de San Pedro.