En un esfuerzo conjunto por garantizar la seguridad energética y combatir el robo de combustibles, el Gobierno del Estado de Puebla, encabezado por Alejandro Armenta, ha intensificado los operativos de vigilancia y supervisión en ductos de Pemex, particularmente en el llamado “triángulo rojo”.
En los últimos seis meses, las autoridades han localizado y desmantelado más de 200 tomas clandestinas de gas LP, una cifra que refleja la magnitud del problema en la región.
COORDINACIÓN ENTRE FUERZAS FEDERALES Y ESTATALES
La Secretaría de Seguridad Pública estatal, en colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional (GN), lleva a cabo estos operativos como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Durante una reciente inspección en la comunidad de San Juan Acozac, elementos de las tres instituciones detectaron una toma clandestina en el poliducto Cactus–Guadalajara, que recorre más de 150 kilómetros en territorio poblano.
TECNOLOGÍA, VIGILANCIA Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA
El Capitán Primero de Infantería de Estado Mayor, Luis Fernando Terán Contreras, responsable del operativo, explicó que, tras asegurar la toma, personal de Pemex implementó medidas de contención, limpieza y restauración del ducto.
Las estrategias para combatir el huachicol incluyen vigilancia permanente, uso de tecnología avanzada y satelital, monitoreo terrestre, acompañamiento con binomios caninos e inspecciones en zonas consideradas de alto riesgo. Además, se promueve la denuncia ciudadana como herramienta clave para identificar puntos de extracción ilegal.