Por Herlindo Robles
X: @zorvha
Desde los tiempos del mandato británico en Palestina, el imperio inglés ha trascendido de diversas maneras en el intervencionismo fáctico que somete hasta hoy a todo un pueblo, sin respetar elementales Derechos Humanos, que son vulnerados ante la comunidad mundial, sin que exista autoridad o potestad legal que impida la desigual contienda, árabe-israelí.
Para ambos bandos, los costos son irreparables al acontecer perdida de vidas humanas y la deshumanización sistemática de las acciones bélicas de ambos bandos, por un lado, la guerra de guerrillas, que de toda la vida ha sido el punto débil de los ejércitos regulares, y por otro lado el enfrentamiento, en contra de uno de los ejércitos más preparados del mundo en cuanto a estrategia bélica.
En el año 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas emitió la Declaración de Independencia de Israel. Sin embargo, a esto le siguió la guerra civil, entre árabes y judíos, al haber ganado Israel la guerra a los árabes, el estado sionista, impidió el regreso de 700 mil refugiados desplazados, del pueblo árabe, que desde entonces han vivido en la Franja de Gaza, la falta de establecimiento de fronteras definidas, han dado oportunidad para que los sionistas sigan invadiendo tierra palestina, lo que ocasiona mayores enfrentamientos.
Esto en razón de que existen más de 600 mil colonos judíos asentados en tierras palestinas, y desde luego que se niegan a entregar tales colonias a los palestinos. No obstante, la ONU, considera como única vía de solución al conflicto, lo que denomina como: “la solución de dos Estados”, en la cual ambas naciones tengan igualdad de derechos y representación internacional.
Por otra parte, se contempla la creación de un Estado binacional, que derivado del crecimiento demográfico superior de los palestinos, comparado con los judíos, este resulta inviable para el pueblo judío, pues en breve serian absorbidos por mayoría de población. Por otra parte, los representantes palestinos, han defendido la desaparición del Estado de Israel, a efecto de que regresen su frontera a la originalmente existente en 1948, situación que es apoyada por decenas de países que no reconocen la existencia de Israel como Estado.
Pues todo lo anterior y muchísimo más, fue lo que generó Gran Bretaña, al entregar en un Acuerdo parte del territorio de Palestina, al ser en aquel momento un “protectorado” inglés, y así el sistema imperialista inicio el horrible genocidio de dos pueblos, enfrascados en la lucha fáctica generada por una decisión política.
Pero después de muchos años, el gobierno británico, persiste en la intromisión inhumana que afecta aquellos pueblos, ahora sin mediar formas, fue destituido Paul Bristow, diputado conservador del Gobierno, por pedir un alto al fuego en la Franja de Gaza, en el marco del conflicto entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica.
La razón política de aquella nación fue publicada por la BBC al tenor del siguiente comentario: “La responsabilidad colectiva implica que todos los miembros del Gobierno deben apoyar de forma pública las políticas del ejecutivo, aunque personalmente estén en contra. El primer ministro ha defendido pausas humanitarias en vez de un alto el fuego.
Tómense esa conservadores recalcitrantes y entreguistas.