Este jueves, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dio a conocer la creación de la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno, en la conferencia matutina realizada en el Palacio Nacional.
El objetivo principal de esta nueva dependencia es reducir los sobornos, que antes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador representaban el 4.5% del valor de los contratos públicos.
Esta nueva secretaría reemplazará a la Secretaría de la Función Pública (SFP) y tendrá un enfoque más amplio, abarcando tanto a los organismos del gobierno federal como a los estados, según explicó su titular, Raquel Buenrostro, durante la presentación.
«El combate a la corrupción ha permitido aumentar los recursos públicos de manera histórica en esta Cuarta Transformación, y buscamos continuar por ese camino», afirmó Buenrostro.
RAQUEL BUENROSTRO ES LA TITULAR DE LA DEPENDENCIA
Raquel Buenrostro, quien durante el gobierno de López Obrador fue apodada «la dama de hierro» por su labor en la implementación de la austeridad y la fiscalización, destacó que, entre 2019 y 2023, se redujo en un 11.2% la tasa de corrupción en trámites gubernamentales, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, dijo que se trabaja en una ley general de transparencia.
Señaló que se colaborará con la Agencia de Transformación Digital para abrir datos del Gobierno para que la ciudadanía los pueda consultar. pic.twitter.com/oDehO0dxLC
— Animal Político (@Pajaropolitico) October 17, 2024
Además, mencionó que la percepción de la frecuencia de prácticas corruptas cayó en ocho puntos porcentuales desde 2017, alcanzando un mínimo histórico del 83.1%.
¿PARA QUÉ CREAR UNA SECRETARÍA ANTICORRUPCIÓN?
La nueva Secretaría tiene como objetivo cambiar de un enfoque correctivo a uno preventivo, con el eje de «buen gobierno» centrado en dignificar la carrera del servidor público, ofrecer acompañamiento preventivo y modernizar la administración pública para hacerla más eficiente y menos propensa a la corrupción.
Además, se buscará consolidar procesos de compras públicas transparentes a precios justos y fomentar la transparencia proactiva.
En cuanto al componente anticorrupción, la Secretaría se enfocará en fortalecer la cultura de la denuncia tanto en el sector público como en el privado, promover investigaciones que desincentiven la corrupción y combatir la impunidad.
«Debemos hacer que violar la ley sea más costoso que cumplirla, eliminando cualquier incentivo para incumplir», enfatizó Buenrostro.
Entre las primeras metas de la Secretaría, en sus primeros 100 días, se incluye la reestructuración de la administración pública federal, el acompañamiento en proyectos clave como el Tren Maya y el sector salud, así como la elaboración de reformas a las leyes de adquisiciones y obras para ahorrar hasta un 70% a través de subastas de contratos públicos.