Chofer de camión en coma tras brutal ataque con termo en Guadalajara

Un chofer de transporte público en Guadalajara, Jalisco, se encuentra en coma inducido luego de ser golpeado en la cabeza con un termo metálico por un pasajero enfurecido.

El ataque ocurrió el pasado 15 de mayo y fue captado por las cámaras de seguridad de la unidad, aunque las imágenes se difundieron hasta días después, generando indignación masiva en redes sociales.

Según el video difundido en plataformas sociales, la agresión se originó cuando el autobús se detuvo por una falla mecánica. El pasajero, visiblemente molesto por el retraso, comenzó a agredir verbalmente al conductor y luego le lanzó una patada con botas de casquillo.

Pese a que el conductor le pidió que se calmara, el sujeto lo golpeó nuevamente y en un tercer ataque, le propinó un fuerte golpe en la cabeza con un termo metálico, dejándolo inconsciente. El agresor descendió de la unidad y huyó del lugar sin que ningún pasajero interviniera ni prestara ayuda.

CHÓFER PERMANECE EN ESTADO CRÍTICO

El conductor fue trasladado de urgencia a un hospital, donde tuvo que ser intubado y fue ingresado en cuidados intensivos. Hasta el momento, su estado de salud es grave, y permanece en coma debido a la gravedad del traumatismo craneoencefálico.

Gracias a las imágenes, usuarios en redes sociales identificaron que el agresor portaba una chaqueta con el logotipo de la empresa Caherengo Seguridad Privada S.A. de C.V.. La compañía se deslindó del hecho mediante un breve comunicado:

No toleramos conductas inapropiadas ni actos de violencia bajo ninguna circunstancia y colaboraremos con las autoridades para que se esclarezcan los hechos.

EXCLAMAN JUSTICIA

El caso ha provocado una fuerte reacción pública. Ciudadanos, usuarios del transporte y organizaciones han expresado su solidaridad con el chofer agredido y exigido que el responsable sea detenido y procesado.

Muchos señalan la vulnerabilidad en la que trabajan los operadores del transporte público, quienes enfrentan diariamente condiciones adversas, estrés laboral y, en algunos casos, violencia de los propios usuarios.