Por José García Sánchez
X: @Josangasa3
El arribo a la competencia electoral de Salomón Chertorivski Woldenberg significa tender un puente para la ultraderecha, el sionismo, y al retroceso.
No sólo por convertirse en secretario de Salud, con Calderón, sin ser médico, o por el hecho ser primo de José Woldenberg, quien remató el software de las credenciales de elector, sino por el lodazal fascista en el que está inmersa su familia.
Su padre, asesor de Salinas, socio de Bacardí en los tiempos que apoyaba a la CIA y judío sionista. Por si fuera poco, estuvo al frente de la campaña de Ernesto Zedillo.
El itamita Salomón, hijo de Isaac y Sara Woldenberg, ocupó diversos cargos con el usurpador Felipe Calderón, en la Dirección General de Diconsa, el Seguro Popular y la Secretaría de Salud. En 2017 contendió a la Jefatura de Gobierno y perdió con mucha claridad.
Su padre, Isaac, es considerado por la revista Expansión como el “salinista número dos”, después de Claudio X. González Laporte. En 2000 creó la consultora, Caza de Estrategias Latinoamérica S.C., desde donde cobró millones de pesos a los gobiernos en turno desde Fox hasta Peña Nieto.
En el portal de rendición de cuentas QuiénEsQuién.Wiki se registra el largo historial de contratos con el gobierno que ha obtenido la empresa Caza de Estrategias Latinoamérica S.A. de C.V., y como Caza de Estrategias Latinoamérica S.C. Así, la S.A. de C.V.
Entre 2003 y 2018 Caza de Estrategias Latinoamérica S.C. consiguió 33 contratos por 40.3 millones de pesos, en tanto que como sociedad anónima cobró al IMSS 1.4 millones de pesos para realizar un plan de comunicación interna entre el 26 de noviembre del 2013 y el 31 de diciembre.
Caza de Estrategias Latinoamérica ha brindado servicios de consultoría a Pemex, al INADEM, a la Consar, la Comisión Nacional de Cultura Física y del Deporte, la Lotería Nacional, el IMSS, la Secretaría de Hacienda, la Secretaría de Energía, la CFE.
Además de prestar servicios a entidades como Veracruz, Michoacán, Durango, y Jalisco. En 2016, durante el mandato del priísta Aristóteles Sandoval, asesinado el 18 de diciembre de 2020, a los 46 años, otorgó un contrato por un millón 740 mil pesos y otro por 2 millones.
Chertorivski Shkoorman fue presidente de la Fundación UNAM en 2002, pero su hijo estudió en el ITAM licenciatura y la maestría; lógicamente presidente del patronato del Museo de la Memoria y Tolerancia, donde se registran todas las masacres menos el genocidio de los judíos contra los palestinos. Es miembro del Consejo de Administración del Grupo “Nexos”, donde maneja a Aguilar Camín como su títere.
El periodista colombiano, Hernando Calvo Ospina, acusa que durante su mandato al frente de Bacardí Latinoamérica, dicha empresa fungió como conducto de la CIA con mercenarios en Nicaragua, Angola y contrarrevolucionarios cubanos, a los que financiaba.
En su libro Ron Bacardí. La Guerra Oculta, describe la alianza de la multinacional con el Gobierno de Estados Unidos para derrocar al régimen cubano, mediante estrategias que incluían el financiamiento de grupos terroristas y de extrema derecha, así como disidentes cubanos de Miami.
El software del INE, en tiempos de su cacique José Woldenberg apareció en posesión de ChoicePoint, “empresa vinculada al FBI y al exgobernador de Florida, Jeb Bush. Al respecto Alfredo Jalife señaló: “Alguien podrá alegar, no sin razón, qué tiene que ver que el cuñado de Woldenberg haya presidido una empresa vinculada a la CIA, pero, entonces, ¿Dónde queda el hurto de nuestras identidades electorales que acabaron en las manos de Choice Point? Aspecto que nunca ha sido investigado, como tampoco el hurto del IFE donde, fue corresponsable, para no decir cómplice de José Isaac Woldenberg Karakowsky quien goza de una excelente imagen en los ‘circuitos académicos’ presuntamente muy bien lubricados por el sionismo financiero global y local”.
La población de la Ciudad de México está lo suficientemente informada y con conciencia social muy clara sobre lo que necesita como par a pensar siquiera que un junior de la política, como Salomón, pudiera revivir sus encargos fascistas en un cargo público.