El número de casos de dengue en México ha experimentado un aumento del 385% este año, generando crecientes preocupaciones debido al inicio del verano y la temporada de huracanes.
Según el último informe del ‘Panorama epidemiológico de dengue’ de la Secretaría de Salud, se han confirmado 17,016 casos hasta la semana 24, en comparación con los 3,505 casos reportados durante el mismo periodo en 2023.
Además, se han registrado 26 muertes, un incremento significativo frente a las 5 del año anterior.
En el sur de México, donde más del 60% de los casos del país se concentran, las autoridades han emitido alertas anticipando un empeoramiento de la situación.
La reciente tormenta Alberto, primer ciclón de la temporada en el Atlántico, y las lluvias subsiguientes han exacerbado el problema.
En respuesta, la Secretaría de Salud de Oaxaca ha activado un plan de emergencia para controlar la propagación del virus, intensificando las campañas de nebulización.
La comunidad también está ajustando sus rutinas para protegerse. Hortencia Díaz, residente de Oaxaca, describe cómo utiliza repelente de insectos y deja entrar el humo nebulizador en su casa todas las noches para prevenir la enfermedad.
En los hospitales, como el del Issste en Oaxaca, la creciente ocupación refleja el número de pacientes que buscan tratamiento para el dengue.
La situación se complica aún más para aquellos que experimentan secuelas después de recibir el alta médica, como Silvia Hernández, cuya pariente de 82 años ha sido hospitalizada nuevamente.
La acumulación de agua de lluvia en llantas abandonadas en las calles también ha contribuido al aumento de los mosquitos portadores del virus.
Este brote de dengue en México es parte de una epidemia regional que ha afectado severamente a países como Argentina, Brasil y Uruguay, subrayando la presión sobre los sistemas de salud en las Américas, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).