Los migrantes centroamericanos que cruzan de Ciudad Juárez a El Paso, Texas, esperan ayuda en la terminal de autobuses Limousine Express, buscando apoyo de organizaciones religiosas.
Los albergues de la Red Casas del Migrante Scalabrini, que operan en cinco estados de México, temen un colapso debido al aumento de personas en busca de refugio. Además, advierten que el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos podría desencadenar una crisis humanitaria aún mayor.
El sacerdote Julio López, director de estos albergues, explica que la misión de la Red es ofrecer atención tanto a los migrantes en tránsito hacia Estados Unidos como a los mexicanos repatriados. Sin embargo, una posible ola de deportaciones, como las que Trump ha prometido durante su segundo mandato, podría desbordar las capacidades de estos albergues y otros similares.
Una mayor deportación generaría una crisis humanitaria, con muchas personas viviendo en la calle o siendo víctimas de bandas criminales, señaló López, quien también forma parte de la Red Clamor en el Instituto Nacional de Migración.
Foro Migración Ordenada, Segura y Regular
La Fundación Scalabrini de México participó en este foro con su director, el P. Julio López Vivas, c.s., junto a servidores públicos, expertos en migración y organizaciones internacionales. pic.twitter.com/JQo1nn22LM
— Fundación Scalabrini de México (@ScalabriniMx) January 16, 2025
DESAFÍOS PARA LA RED DE ALBERGUES
Los albergues en Tijuana, Nuevo Laredo, Ecatepec, Iztapalapa y Zapopan continúan brindando apoyo, pero sus recursos son limitados. A pesar de los esfuerzos por incrementar ligeramente la capacidad, el gasto económico y las limitaciones físicas siguen siendo un desafío constante.
Aunque algunos migrantes se van, siempre llegan más, indicó López, quien destacó que desde diciembre los migrantes permanecen menos tiempo debido a la urgencia de continuar su viaje.
La capacidad de los albergues sigue siendo insuficiente para enfrentar el creciente número de migrantes, y la falta de una estrategia coordinada por parte del gobierno mexicano agrava la situación. Los albergues siguen operando con recursos limitados, pero temen que la crisis humanitaria se agudice si no se toman medidas urgentes.
Esta situación resalta la necesidad de una acción conjunta para abordar las necesidades de los migrantes y garantizar su bienestar.
