Biden ofrece disculpa histórica por abusos a niños indígenas en EU

En un acto de gran relevancia histórica, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió este viernes una disculpa oficial en nombre del Gobierno por los abusos cometidos en cientos de internados públicos donde, durante 150 años, miles de niños indígenas fueron despojados de su lengua y cultura. 

La ceremonia tuvo lugar en la comunidad india del Río Gila, donde Biden lamentó que esta disculpa formal no se hubiera realizado antes.

“Como presidente de Estados Unidos, me disculpo formalmente por lo que hicimos”, declaró Biden, quien afirmó que el sufrimiento infligido a estos niños y sus familias dejará “una huella imborrable de vergüenza, de sangre, en la historia de nuestro país”. Reconociendo su papel como el primer presidente en ofrecer una disculpa de este tipo a los pueblos originarios, Biden expresó: “Llega demasiado tarde. No hay excusa para que esta disculpa haya tardado 50 años en llegar”.

Los datos históricos indican que al menos mil niños indígenas perdieron la vida en estos internados, aunque se estima que el número real podría ser mayor debido a registros incompletos y el hallazgo de tumbas no identificadas en diversas instalaciones. 

150 AÑOS DE OPRESIÓN A NIÑOS NATIVOS AMERICANOS

Entre 1819 y 1969, miles de niños fueron obligados a asistir a internados, en su mayoría administrados por organizaciones religiosas y financiados por el Gobierno federal, con el objetivo de asimilarlos a la sociedad blanca, imponiéndoles normas culturales y lingüísticas ajenas.

“Para quienes vivieron ese periodo, era demasiado doloroso hablar de ello. Para nuestra nación, demasiado vergonzoso reconocerlo. Pero que la historia guarde silencio no significa que no haya sucedido. Sucedió”, enfatizó Biden en su discurso.

Acompañando al presidente, la secretaria del Interior, Deb Haaland, quien es la primera nativa americana en ocupar un cargo de gabinete en el país, compartió su experiencia personal, revelando que sus abuelos maternos fueron separados de su comunidad a los ocho años y enviados a internados católicos, donde permanecieron hasta los 13 años. 

MUCHOS DE ESTOS NIÑOS JAMÁS REGRESARON A SUS HOGARES

Hace tres años, Haaland impulsó una investigación sobre el sistema de internados, revelando en un informe publicado en julio que al menos 973 menores indígenas murieron debido a enfermedades o malnutrición en estos centros. 

La investigación también descubrió tumbas en 65 de los más de 400 internados, algunas de ellas sin identificar. En consecuencia, el Departamento del Interior instó al Gobierno a ofrecer una disculpa formal por el daño infligido a generaciones de niños indígenas y sus familias.

Este acto de reconciliación representa un paso significativo hacia la reparación de las heridas históricas infligidas a los pueblos indígenas de Estados Unidos.

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