En un debate electoral en Nuevo León, Pedro Garza Treviño del PRI-PAN-PRD confrontó a Laura Paula López Sánchez de MC, desencadenando un tumulto. El incidente, que incluyó empujones y manotazos, resalta la tensión política y la importancia de la civilidad en la democracia
Durante el debate de candidatos a diputados federales por el Distrito 11 de Nuevo León, Pedro Garza Treviño, representante de la coalición PRI-PAN-PRD, se convirtió en el epicentro de una acalorada disputa. La confrontación comenzó cuando Laura Paula López Sánchez, candidata de Movimiento Ciudadano, cuestionó la actual afiliación política de Garza Treviño al PRI, insinuando un posible acuerdo oscuro detrás de su cambio de partido.
La tensión escaló rápidamente cuando Garza Treviño, en su turno para las consideraciones finales, intentó defenderse de las acusaciones, lo que llevó al moderador a intervenir para calmar la situación. Sin embargo, la discusión trascendió el escenario, desatando una serie de empujones y altercados entre los asistentes.
El clímax del enfrentamiento se produjo cuando el hijo de López Sánchez, presente entre el público, confrontó a Garza Treviño por su actitud hacia su madre. La respuesta del candidato y la reacción de otros militantes exacerbó la tensión, transformando el debate en un caos de acusaciones y desorden físico.
El moderador del evento, en un intento por restablecer el orden, exhortó a los participantes a mantener el respeto por la institución y el propósito democrático del debate. Por su parte, Movimiento Ciudadano emitió una declaración condenando las acciones de Garza Treviño y exigiendo una disculpa pública, así como la reconsideración de su candidatura, calificando el incidente como un acto de violencia e intimidación.
Este suceso ha resaltado la fragilidad del diálogo político, así como la importancia de preservar la civilidad y el respeto en el ámbito electoral. La comunidad espera ahora una respuesta adecuada de las autoridades electorales y una reflexión profunda sobre la conducta de los candidatos.