ASEA: El motor silencioso en Energía y Seguridad

Por Aldo San Pedro

X: @a_snpedro

 


 

A pocos días del inicio del gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, es crucial que las líneas y ejes de acción de su programa de gobierno se implementen de manera eficiente y en el menor tiempo posible. Sabemos que tres temas prioritarios durante el segundo piso de la Cuarta Transformación son la estrategia de seguridad, la protección del medio ambiente y la soberanía energética, con un fuerte enfoque en el impulso de energías renovables. Dentro de este panorama, hay una institución que podría ser clave para garantizar el éxito de estos objetivos: la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos, mejor conocida como ASEA.

La ASEA, creada en marzo de 2015, puede no ser una de las instituciones más visibles del gobierno federal, pero su papel es fundamental. En términos de seguridad energética, la ASEA se encarga de regular y supervisar las actividades del sector hidrocarburos, desde la exploración hasta la distribución, asegurándose de que estas se realicen bajo estrictas normas de seguridad industrial y protección ambiental. Esto incluye la supervisión de la seguridad de las instalaciones y ductos de Pemex, lo que, aunque indirecto, puede tener un impacto en la estrategia de seguridad nacional.

Si bien el combate al robo de hidrocarburos, conocido como “huachicol,” no es una tarea explícita de la ASEA, la agencia tiene herramientas valiosas que podrían contribuir a esta lucha. Según la Ley de la ASEA, entre sus facultades se encuentran imponer medidas de seguridad y sanciones a las empresas que no cumplan con las normativas (Art. 5 fracción XI), lo que incluye supervisar instalaciones susceptibles al robo de combustible. Además, la coordinación con otras dependencias, como la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República, podría fortalecer las acciones contra este delito.

La doctora Sheinbaum ha dejado claro que su gobierno seguirá fortaleciendo a Pemex, con un enfoque en el consumo nacional y una creciente apuesta por las energías renovables. En este contexto, la ASEA juega un papel esencial en garantizar que estas actividades se realicen bajo estrictos controles de seguridad industrial. La agencia tiene la facultad de emitir lineamientos específicos para los Sistemas de Administración de Seguridad Industrial que deben cumplir las empresas del sector hidrocarburos (Art. 5 fracción VII), lo que puede ayudar a prevenir accidentes y mejorar la eficiencia en las operaciones.

Para alinearse con la visión de Sheinbaum, la ASEA debería actualizar sus regulaciones para incorporar las mejores prácticas internacionales, especialmente en la adopción de energías renovables. El objetivo de la presidenta es que para el año 2030, el 45 por ciento de la matriz energética provenga de fuentes limpias, y la ASEA puede impulsar esto mediante la regulación específica de proyectos de energías renovables en el sector hidrocarburos, asegurándose de que estos sean sostenibles y seguros.

Además, es fundamental que la ASEA implemente programas de inspección preventivos, sobre todo en las instalaciones de Pemex, que no están exentos de accidentes e incidentes de seguridad. La agencia tiene la facultad de realizar visitas de inspección (Art. 5 fracción VIII), y un enfoque proactivo en la seguridad de las refinerías y plantas de procesamiento de hidrocarburos puede evitar tragedias y asegurar la continuidad de las operaciones estratégicas para el país.

Uno de los compromisos más claros de la Dra. Sheinbaum es la protección del medio ambiente. Ha prometido sanear los ríos más contaminados del país y continuar con la reforestación de bosques y selvas. Aunque la ASEA está principalmente enfocada en la regulación del sector hidrocarburos, su papel en la protección ambiental no debe subestimarse. La ley le otorga la facultad de emitir criterios para que las empresas del sector adopten las mejores prácticas en materia de protección ambiental (Art. 5 fracción VI), y esto incluye la expedición de autorizaciones de impacto ambiental para proyectos de hidrocarburos.

Una de las áreas donde la ASEA podría hacer una diferencia significativa es en la protección de cuerpos de agua cercanos a instalaciones del sector hidrocarburos. Con ríos como el Lerma y el Tula en situación crítica, es crucial que cualquier actividad en sus alrededores cumpla con las normativas más estrictas. La agencia debe fortalecer los criterios de evaluación de impacto ambiental y, en colaboración con otras instituciones como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), fortalecer los programas de compensaciones ambientales que incluyan reforestación y restauración de ecosistemas dañados por la actividad del sector.

El éxito de la ASEA en los próximos años dependerá en gran medida de su capacidad para adaptarse a las nuevas prioridades del gobierno y coordinar esfuerzos con otras dependencias. El enfoque pragmático debe estar en la implementación de programas que no solo regulen, sino que también vigilen activamente el cumplimiento de las normas. Un ejemplo claro de esto sería la implementación de un sistema de monitoreo en tiempo real de los volúmenes de hidrocarburos transportados por ductos, en coordinación con Pemex y la Guardia Nacional. Esto no solo ayudaría a prevenir el robo de combustible, sino que también mejoraría la seguridad y eficiencia del sistema.

La agencia también debe agilizar los procesos de autorización de proyectos estratégicos para Pemex, particularmente en lo que respecta a la refinación y producción de petroquímicos, áreas clave para asegurar la soberanía energética que ha planteado la presidenta Sheinbaum. ASEA puede, mediante la emisión de recomendaciones técnicas, contribuir a la modernización de la infraestructura energética, siempre con un enfoque en el consumo interno y la reducción de la dependencia de las importaciones.

Un reto para su recién nombrado titular, Armando Ocampo, es lograr que la ASEA se consolide como una de esas instituciones silenciosas pero fundamentales que, cuando se orienta de manera adecuada, puede generar un impacto profundo en áreas críticas como la seguridad, la energía y el medio ambiente. No se trata solo de imponer regulaciones y sanciones, sino de convertirla en un verdadero motor de cambio dentro de la Cuarta Transformación, alineado con los principios de justicia social y equidad que promueve el gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum.

Este análisis particular sobre la ASEA debería replicarse en cada dependencia del gobierno, con un enfoque en la colaboración y la maximización de esfuerzos. Lograr esto en la administración pública federal permitirá resultados a mediano plazo, beneficiará a más personas a través de la labor gubernamental y contribuirá al crecimiento sostenible del país, haciéndolo un mejor lugar en el menor tiempo posible.

 

 

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