En la conferencia matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respaldó la decisión de eximir a Pemex de los impuestos correspondientes a los últimos cuatro meses. Esta medida se tomó la semana pasada a través de un decreto gubernamental, desestimando las advertencias y rebajas crediticias emitidas por calificadoras como Moody’s.
López Obrador afirmó que están respaldando a Pemex significativamente mediante un decreto y la reducción de los derechos de la empresa, señalando que anteriormente Hacienda absorbía la mayoría de los ingresos de Pemex, y ahora están fortaleciendo a la petrolera.
El decreto eximió a Pemex de pagar impuestos por el derecho de utilidad compartida (DUC) y la extracción de hidrocarburos desde octubre de 2023 hasta enero pasado.
“Estamos ayudando a Pemex, por decreto, por ley, los derechos de Pemex los hemos reducido para apoyar a Pemex considerablemente, antes Hacienda le quitaba casi todos los ingresos a Pemex y ahora estamos fortaleciendo a Pemex”, manifestó el mandatario en su conferencia matutina”
Aunque el presidente no proporcionó cifras exactas, según el Sistema de Información Económica (SIE) del Banco de México (Banxico), Pemex debía abonar 86 mil 640 millones de pesos por ambos conceptos en el último trimestre de 2023, sin datos disponibles aún para enero de 2024.
López Obrador argumentó que, debido a las finanzas sanas del Gobierno, prefieren financiar directamente a Pemex en lugar de que la empresa recurra a la deuda.
Destacó la reducción del 17,4 % en la deuda durante su administración hasta los 106 mil 800 millones de dólares.
El presidente mexicano subrayó la importancia de fortalecer a Pemex y mencionó previas reducciones en el cobro del DUC a la empresa, primero al 65 % en 2019 y luego al 30 % a partir de este año. Afirmó que ya han rescatado a Pemex.
A pesar de las preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal de este apoyo, López Obrador minimizó la rebaja de la calificación crediticia de Pemex por Moody’s hace dos semanas, argumentando que algunos sectores defienden el antiguo modelo neoliberal y preferirían que México continuara vendiendo petróleo crudo y comprando gasolina por intereses propios.