El hecho ocurrió en el barrio privado Dalvian; la denuncia fue realizada por los dueños del animal tras detectar lesiones y revisar las cámaras de seguridad
Un aberrante caso de maltrato animal es investigado por la Justicia de Mendoza. La denuncia fue presentada por una familia del barrio privado Dalvian, quienes acusan a un albañil contratado para realizar trabajos de remodelación en su vivienda de haber abusado sexualmente de su perra.
El caso generó una fuerte conmoción en la comunidad local y abrió un debate sobre los vacíos legales en torno a la zoofilia en Argentina, la situación salió a la luz cuando los dueños del animal notaron que la perra presentaba lesiones visibles en la zona genital.
Alarmados por su estado de salud y su comportamiento inusual, decidieron revisar las cámaras de seguridad del domicilio. Según relató la familia a medios locales, en las grabaciones se escuchan gemidos y aullidos del animal que coincidirían con el horario en que el obrero se encontraba en la propiedad.
Esta evidencia llevó a los propietarios a radicar una denuncia penal. La causa fue asumida por el fiscal Martín Lucero, titular de la Unidad de Delitos contra el Medio Ambiente, Animales y No Especializados del Ministerio Público Fiscal de Mendoza.
¿QUÉ DICE LA LEY SOBRE CASOS DE ZOOFILIA EN ARGENTINA?
Aunque la zoofilia no está específicamente mencionada en el Código Penal argentino, sí puede ser considerada un delito bajo el amparo de la Ley 14.346, conocida como Ley Sarmiento. Esta legislación sanciona a quienes causen dolor o sufrimiento a un animal de manera intencional, y establece penas que van de 15 días a un año de prisión.
El abogado Oscar Mellado, especialista en derecho animal, explicó al diario Los Andes que este tipo de actos pueden encuadrarse en el artículo 3, inciso 7 de la norma: ‘causar torturas o sufrimientos innecesarios por perversidad’. Además, recordó un precedente ocurrido en 2012 en La Pampa, donde un hombre fue condenado por un hecho similar, marcando un hito judicial en la materia.
Ante la repercusión mediática, la empresa Dalvian S.A., responsable del barrio cerrado donde ocurrió el hecho, emitió un comunicado para deslindar responsabilidades. Afirmaron que el trabajador acusado fue ingresado por los propios inquilinos de manera privada, en su vehículo, sin intervención de la seguridad del conjunto residencial.
El caso volvió a poner en discusión la necesidad de actualizar la legislación argentina en materia de derechos de los animales y establecer penas más severas ante hechos de extrema crueldad.