La empresa Del Monte Foods, se declaró en bancarrota, por lo que pidió protección a las autoridades de Estados Unidos para comenzar con el proceso de venta de la compañía.
A través de un comunicado, el CEO Greg Longstreet mencionó que tomaron esta medida como parte de una estrategia organizada para vender activos bajo supervisión judicial, fortalecerse financieramente y asegurar su viabilidad futura.
Para mantenerse operativa durante este proceso, Del Monte aseguró un financiamiento de 912.5 millones de dólares. A través de un acuerdo de apoyo a la reestructuración («RSA») con sus acreedores, la compañía busca lograr una venta ágil de toda o gran parte de sus activos, con el objetivo de maximizar el retorno para todas las partes involucradas.
¿Qué los llevó a la quiebra?
El origen de esta crisis se atribuye a varios factores.
Primero, el cambio en los hábitos de consumo en Estados Unidos donde existe una preferencia creciente por alimentos frescos y saludables en detrimento de los productos enlatados conservados. Segundo, la inflación en supermercados, que ha impulsado a los consumidores a buscar opciones más económicas. Tercero, el arancel del 50 % al acero importado impuesto por la administración Trump en junio de 2025, incrementó significativamente los costos de las latas.
Del Monte también posee varias marcas reconocidas, como Contadina (tomates), College Inn y Kitchen Basics (caldos), y Joyba (té de burbujas). Aunque estas líneas registraron buen desempeño en 2024, no compensaron la caída en el mercado de enlatados. Además, en 2024 la empresa enfrentó una disputa con prestamistas por su plan de deuda, la cual se zanjó en mayo mediante un préstamo que eleva sus costos financieros en alrededor de 4 millones de dólares anuales.
Longstreet aseguró que esta reestructuración es ‘la forma más efectiva de acelerar nuestra recuperación y crear un Del Monte Foods más fuerte y duradero’. El proceso legal se lleva a cabo en el Tribunal de Bancarrota del Distrito de Nueva Jersey.
