En un contexto de creciente tensión en Oriente Medio, la noche de este sábado, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de forma extraordinaria para abordar el intercambio de ataques entre Irán y Estados Unidos. Rusia, China y Pakistán impulsaron un proyecto de resolución que exige un alto el fuego ‘inmediato e incondicional’ en la región.
La iniciativa fue colocada sobre la mesa por estos tres países, subrayando la urgencia de detener la escalada bélica. En su propuesta, destacaban la importancia de una tregua sin condiciones previas, para permitir iniciar un diálogo diplomático y evitar una crisis humanitaria mayor .
🌐 Frente a los ataques realizados por el expresidente Donald Trump, varias voces en la comunidad internacional aseguran que las acciones de Estados Unidos violan gravemente los propósitos y principios de la Carta de la ONU y el derecho internacional.
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— RTVC Noticias (@RTVCnoticias) June 22, 2025
China hizo un llamado enfático desde los primeros momentos, criticando los bombardeos recientes de Estados Unidos como una ‘decisión irresponsable’ y demandando el cese de cualquier acción que agrave el conflicto . Mientras tanto, Rusia y Pakistán respaldaron plenamente esta resolución, presionando por un consenso en el Consejo que derogue la necesidad de condiciones previas para un alto el fuego.
Aunque la resolución fue presentada durante la sesión, se anticipa que el uso del derecho a veto por parte de Estados Unidos, miembro permanente con derecho a veto, podría obstaculizar su aprobación. Este escenario revive la discusión sobre la efectividad del Consejo frente a conflictos complejos, donde los miembros permanentes suelen utilizar su poder de verlo.
“No podemos ni debemos renunciar a la paz”.
— @antonioguterres insta al Consejo de Seguridad y a todos los países miembros de la ONU a actuar con sensatez, moderación y urgencia ante la escalada en Oriente Medio.
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El propósito de esta reunión es doble: presionar a EU e Irán para que consideren una pausa en la confrontación, y al mismo tiempo revitalizar el mandato del Consejo de Seguridad como foro para gestión pacífica de crisis internacionales. Sin embargo, el resultado dependerá de la disposición de las potencias a renunciar a sus intereses geopolíticos inmediatos.
