León XIV nuevo Papa,El cardenal estadounidense Prevost, elegido Pontífice 267

Desde el balcón central de la basílica de San Pedro, el nuevo Papa, León XIV, pronunció sus primeras palabras al mundo: “Ayudadnos a construir puentes”. La frase marcó el tono de su papado, centrado en el diálogo, la inclusión y la paz. En un gesto de continuidad, León XIV expresó su gratitud a su predecesor, el papa Francisco, de quien es considerado un claro heredero espiritual.

PRIMER PONTÍFICE DE ESTADOS UNIDOS CON ARRAIGO EN PERÚ

Robert Francis Prevost, de 69 años, es el primer estadounidense en ser elegido Papa. Nacido en Chicago, de raíces francesas y españolas, pasó más de cuatro décadas en Perú, donde fue obispo de la diócesis de Chiclayo. En su saludo inaugural, dedicó unas palabras en español a esta comunidad:

“Un saludo a todos aquellos y en modo particular a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo”.

La elección de León XIV se resolvió en tan solo cuatro votaciones, un proceso ágil que recuerda al de Benedicto XVI en 2005. El anuncio fue realizado por el protodiácono Dominique Mamberti con la tradicional fórmula latina: “Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!”

El cónclave que lo eligió fue el más multicultural de la historia, con 133 cardenales de todo el mundo, lo que refuerza el mensaje universal del nuevo pontífice.

PERFIL BAJO, EXPERIENCIA AMPLIA Y MISIÓN DIPLOMÁTICA

De carácter reservado y sin entrevistas públicas conocidas, Prevost ha sabido mantener un perfil bajo que le ha permitido evitar divisiones dentro del Vaticano. Fue nombrado por Francisco como jefe del dicasterio para los obispos, un rol clave que lo conectó con la Iglesia global. Además, cuenta con experiencia como superior de los agustinos y un profundo conocimiento de la Curia.

Su elección rompe una regla no escrita: no elegir papas de EE. UU. por la influencia geopolítica del país. Sin embargo, su perfil conciliador y su papel como mediador en la polarizada Iglesia estadounidense podrían marcar un nuevo rumbo. Además, podría facilitar el retorno de donaciones clave desde EE. UU., debilitadas durante la era Trump.