Comunismo de dos hectáreas

Por José García Sánchez

X: @Josangasa3 


 

Para la derecha el comunismo es el infierno y Venezuela su antesala. Esta es la idea que tratan de difundir para degastar al gobierno de la 4T, porque los partidos de oposición han mostrado su ineficacia para figurar como entes que puedan hacer contrapeso, dejando a los conservadores huérfanos y desorientados a la hora de interpretar la realidad.

Así, los medios en México se convierten en el grupo de choque favorito de una derecha extraviada, rancia y sin esperanza de regresar al poder.

La derecha mexicana, como pocas en el mundo, muestra rechaza lo que ella cree que sucede en países a los que nunca han viajado, basta y sobra con el hecho de que sea progresista su gobierno para colocarlo en la puerta del infierno.

Se magnifica información de países dentro de ese esquema político, previamente satanizado por medios similares. Cuando esas naciones actúan contra miembros de los diferentes grupos fácticos, como los sacerdotes católicos o los concesionarios de los medios de información, que pertenecen al gobierno, lo ven por sí mismos como un acto de autoritarismo, absolutismo y represión, cuando en realidad se trata de aplicación de las leyes y un acto justo.

En México en tiempos electorales lo sacerdotes utilizan el púlpito como tribunas partidistas. Se les tolera, incluso, grupos como la Conferencia del Episcopado Mexicano obliga a la actual Presidenta en campaña, a firmar un compromiso obre la inseguridad con dato alterados, en su sede, actuando de manera tramposa, se permite.

La injerencia en política de los sacerdotes en México es cotidiana, sucede todos los días, a pesar de estar prohibida, y los sacerdotes deben ser sancionados, nadie hace nada. Eso extraños seres, son delincuente, que viven en la impunidad. En Nicaragua al realizar esto, son detenidos y enviados, de inmediato, al Vaticano, que es lo que debería hacerse en México, pero en realidad la credibilidad del clero católico en México no existe, no pasa nada, resultan ser inofensivos políticamente.

Lo mismo sucede con los canales de televisión y radio que alquilan concesiones del gobierno para tomarlas como tribunas partidistas de derecha. En algunos países, los propietarios de la concesión de radio y televisión, toman bandera a favor de los enemigos del régimen y atacan, sin piedad, al gobierno, cosa que se le permite en México, al extremo de mentir impunemente.

 

Prueba de ello fue la interpretación de Televisa con el caso de la petición del gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, a la empresa inmobiliaria Grupo Proyecta para donar dos hectáreas para construir viviendas para policías, y en caso de no acceder, dijo, habrá “procesos de expropiación a cuatro hectáreas”. Situación que tiene su propia historia. En 1990, en el auge del salinato, los terrenos de Angelópolis fueron arrebatados a los ejidatarios y campesinos al adquirir sus terrenos en un pecio irrisorio de 4 pesos el metro cuadrado. Ahora, lo menos que pueden hacer los beneficiarios de Salinas es donar dos hectáreas para la vivienda de la Policía de la entidad.

 

El gobernador dio un ultimátum de un mes al grupo inmobiliario para la donación de terrenos, argumentando que “les ha ido muy bien”, al tiempo que pidió “que compartan la riqueza por el bien del pueblo”, pero no es el hecho en sí sino la posibilidad de que el gobierno siga por ese camino.

 

Grupo Proyecta cuenta con cuatro desarrollos en Puebla, uno en Mérida, y otro en Irapuato, Guanajuato.

Ante esta realidad Televisa, a través de un noticiero, conducido por el más gris de sus locutores, Enrique Campo, anuncia la información como si se tratara de un robo o expropiación obligada de parte del gobernador, a quien luego intenta entrevistar luego de haberlo exhibido como un ladrón de predios. La simple amenaza hacia la propiedad privada, los hace delirar, porque saben que la clase media aspiracionista tiene como anhelo la propiedad de un carro, una casa, un edifico para rentar, etc. y manipula una ficticia indignación, haciéndole creer que vamos hacia un régimen como el de Venezuela, el cual no conocen pero le temen.

 

La manera de presentar las noticias de estos lectores de teleprompter es propia de un partido político de derecha, ni por asomo se trata de un organismo informador sino de una propaganda clara y evidente, que algunos todavía creen. Siempre ha sido así, pero no por eso es correcto, así sucedía en tiempos de la manipulación cotidiana y ahora debe castigarse.

El artículo 7 de la Constitución habla del derecho que tiene el gobierno a expropiar, ley que no fue redactada recientemente y que ha apoyado, según la conveniencia, el empresariado, pero ahora como no le conviene, la rechazan y aseguran que el país se encamina hacia el comunismo, porque ellos sí le llaman al régimen de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Ante esta situación aparece Monreal cuya vocación de traidor no oculta, pidiendo al gobernador que busque alternativas para solucionar el problema de la ubicación de la vivienda de los policías, la realidad es que los empresarios temen, sobre todo en un estado tan radicalmente conservador como Puebla, que esta práctica se vuelva costumbre y sigan las expropiaciones.