El ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, será juzgado por presunta conspiración para derrocar al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva tras las elecciones de 2022.
El Supremo Tribunal Federal (STF) dictaminó, por unanimidad, que Bolsonaro debe enfrentar cargos por intentar evitar la investidura de Lula tras su victoria electoral.
Bolsonaro ha calificado de «graves e infundadas» las acusaciones, alegando que la justicia brasileña busca apartarlo de las elecciones presidenciales de 2026. La fiscalía acusa al exmandatario, de 70 años, de liderar una organización criminal que buscó subvertir el resultado electoral.
Este juicio se lleva a cabo en un Brasil aún marcado por la memoria de la dictadura militar (1964-1985), y podría tener importantes repercusiones en la política nacional. Junto a Bolsonaro, siete de sus colaboradores cercanos, incluidos altos mandos militares y exministros, enfrentan cargos por participar en una organización criminal armada, intento de derrocar el estado democrático de derecho y otros delitos graves.
El presidente brasileño, Lula da Silva, declaró en Tokio que espera «que se haga justicia» en el juicio contra su antecesor derechista Jair Bolsonaro, luego de que una corte brasileña determinara que el exmandatario será juzgado por intento de golpe de Estado.
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¿CÓMO SE SANCIONA UN GOLPE DE ESTADO EN BRASIL?
La ley brasileña establece penas de hasta 12 años de prisión por intento de golpe de Estado, que podrían incrementarse si se suman otros cargos. El fiscal general Paulo Gonet acusó a Bolsonaro de intentar un golpe de Estado que incluyó un plan para envenenar a Lula y asesinar a un magistrado del STF. Aunque la denuncia involucra a 33 personas, la corte comenzó el juicio con los acusados más relevantes para agilizar el proceso.
El juez Alexandre de Moraes, responsable del caso, presentó imágenes de los seguidores de Bolsonaro asaltando edificios gubernamentales en enero de 2023, una semana después de la toma de posesión de Lula. Moraes describió estos actos como parte de un intento de Bolsonaro por revertir el resultado electoral mediante la violencia.
Este juicio marca un hito, ya que es el primer expresidente brasileño procesado por intento de golpe de Estado desde 1988.
