Tierras Raras: El Nuevo Oro que podría definir la Economía Mundial

Por Aldo San Pedro

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Las tierras raras constituyen un grupo específico de 17 elementos químicos, incluyendo neodimio, cerio, lantano, escandio e itrio. No son escasas, pero rara vez se encuentran concentradas en la naturaleza, lo que dificulta enormemente su extracción y procesamiento. Por otro lado, los minerales críticos representan un grupo más amplio que incluye elementos esenciales para sectores estratégicos cuya disponibilidad es riesgosa por razones geopolíticas o económicas.

Ambos grupos tienen un valor crucial en la industria tecnológica actual, especialmente en la producción de semiconductores avanzados, imanes permanentes, baterías para vehículos eléctricos y sistemas digitales de alto rendimiento. Estas tecnologías no solo definen nuestro día a día, sino que son fundamentales para la transición energética global y el futuro de la economía mundial.

China domina actualmente la producción global de tierras raras, representando entre el 60 y el 70% de la extracción mundial y cerca del 90% del procesamiento total. Esta posición dominante permite a China utilizar estos recursos estratégicos como herramienta de influencia política y económica, tal como sucedió en 2010, cuando restringió exportaciones hacia Japón debido a tensiones diplomáticas.

Respecto a reservas globales, China posee aproximadamente 44 millones de toneladas métricas, seguida por Brasil, Vietnam y Rusia, que también cuentan con importantes reservas aún no plenamente explotadas. Estados Unidos y la Unión Europea dependen significativamente del suministro chino, alcanzando niveles críticos: la UE depende en más del 98%, mientras que EE.UU. importa más del 95% de sus tierras raras refinadas directamente desde China. Esta dependencia incrementa considerablemente su vulnerabilidad económica y estratégica.

Frente a esta situación, EE.UU. ha impulsado un convenio estratégico con Ucrania, país que cuenta con aproximadamente el 5% de las reservas mundiales de estos minerales críticos. Este acuerdo, valorado en aproximadamente 500,000 millones de dólares, toma especial relevancia al compararse con los más de 124,000 millones de dólares que EE.UU. ha proporcionado a Ucrania desde el inicio del conflicto con Rusia en 2022. Este contraste subraya cómo el conflicto, más allá de sus implicaciones políticas y humanas, representa también una oportunidad estratégica y económica altamente rentable para Estados Unidos.

El avance de tecnologías emergentes y métodos innovadores como el reciclaje avanzado juegan un papel vital en la reducción de la dependencia externa. Técnicas avanzadas permiten recuperar minerales críticos y tierras raras de dispositivos electrónicos desechados, disminuyendo la presión sobre la extracción primaria y reduciendo impactos ambientales severos como los residuos radiactivos, asociados frecuentemente a la explotación de tierras raras. Este enfoque no solo promueve la sostenibilidad ambiental, sino que ofrece alternativas viables y éticas al suministro actual altamente concentrado.

 

México, por su parte, tiene una oportunidad estratégica clara en este panorama global. Posee un gran potencial para atraer inversión extranjera y nacional orientada al desarrollo de capacidades técnicas y tecnológicas especializadas en procesamiento industrial. A ello se suman oportunidades derivadas de los acuerdos comerciales existentes, como el T-MEC, que pueden facilitar su integración en cadenas regionales de suministro. Paralelamente, países como Canadá y Australia ya están avanzando rápidamente en la creación de alternativas viables al dominio chino, mediante proyectos mineros sostenibles y plantas de procesamiento especializadas, consolidándose como actores clave para la diversificación estratégica de las cadenas de suministro global.

 

En México, aunque existen reservas prometedoras de tierras raras y minerales críticos en regiones como Sonora, Baja California, Oaxaca y Chiapas, el país aún enfrenta serios retos técnicos, regulatorios y ambientales para explotar plenamente estas oportunidades. El gobierno mexicano ha dado pasos clave como declarar el litio recurso estratégico de explotación estatal exclusiva, pero todavía necesita impulsar políticas integrales que atraigan inversiones responsables y fomenten el procesamiento local con alto valor agregado.

La creciente demanda global anticipa un crecimiento significativo en estos recursos, con estimaciones que señalan que, hacia 2040, la demanda mundial de litio podría multiplicarse hasta 40 veces, mientras que la de tierras raras podría aumentar hasta siete veces respecto al nivel actual. Estas previsiones destacan el potencial económico para países capaces de posicionarse estratégicamente en este mercado.

En respuesta, la Unión Europea lanzó la iniciativa «Materias Primas Críticas», mientras EE.UU. aprobó el «CHIPS Act», con inversiones significativas destinadas a reducir su dependencia externa, fortalecer sus capacidades productivas internas y diversificar sus fuentes de abastecimiento estratégico.

 

El dominio actual del suministro por parte de China y otros países BRICS no solo afecta aspectos económicos, sino que también implica un claro uso político de estos recursos, aumentando la influencia geopolítica de estos países sobre potencias occidentales como EE.UU. y la Unión Europea. Esto resalta cómo estos minerales se convierten en herramientas estratégicas de negociación y presión internacional.

 

Además, no se pueden ignorar los desafíos ambientales y sociales asociados a la explotación y procesamiento de estos recursos. Resulta imprescindible promover métodos sostenibles que minimicen impactos negativos y garanticen beneficios sociales y económicos equitativos.

En conclusión, las tierras raras y los minerales críticos constituyen recursos estratégicos esenciales para la industria tecnológica, electrónica, energética y de defensa a nivel mundial. Aunque no son necesariamente escasos, su extracción y procesamiento son complejos y altamente concentrados geográficamente, especialmente en China y otros países BRICS, lo que genera vulnerabilidades geopolíticas y económicas significativas para EE.UU. y la Unión Europea. Frente a esta realidad, estas potencias buscan activamente diversificar su abastecimiento mediante alianzas estratégicas con países como Ucrania, Canadá y Australia.

 

aldo.sanpedro.miron@gmail.com