La presencia de una mujer en la Presidencia de México marca un antes y un después para las niñas del país, pues ahora tienen un referente claro sobre lo que pueden lograr en el futuro. Así lo afirmó Paola Gómez, oficial de Educación del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), quien destacó la importancia de este cambio de paradigma.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, Gómez señaló que el hecho de que Claudia Sheinbaum Pardo sea la primera mujer en ocupar la Presidencia en la historia del país representa un avance significativo.
“Las niñas pequeñas ahora saben que hay una presidenta, algo que no tuvimos en generaciones anteriores, cuando las mujeres no llegaban a altos cargos de gobierno”, explicó.
IMPULSO A LAS DISCIPLINAS STEM
Otro aspecto relevante es que Sheinbaum, además de ser presidenta, es científica, lo que envía un mensaje poderoso a las niñas interesadas en estudiar disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). «Es un modelo a seguir por excelencia», subrayó la funcionaria de Unicef.
Actualmente, en México, solo el 35% de los egresados en carreras STEM son mujeres. Según Gómez, esto no debe continuar, ya que no solo son capaces de desempeñarse en estas disciplinas, sino que también representan los empleos mejor remunerados.
EL RETO DE ROMPER ESTEREOTIPOS DE GÉNERO
La desigualdad de género en la educación y el empleo se origina en estereotipos que se inculcan desde la infancia. Un estudio de la Unesco, «Cracking the Code» (Descifrando el código), revela que a los seis años las niñas ya perciben que no son tan buenas como los niños en matemáticas y ciencia, debido a la influencia de roles de género tradicionales.
“Desde pequeñas se les refuerza la idea de que deben jugar a la casita o a las muñecas, mientras que los niños exploran juegos relacionados con la construcción y la resolución de problemas”, explicó Gómez.
No obstante, no hay evidencia científica que sustente que el cerebro femenino sea menos apto para las matemáticas o la ciencia.
EL CAMINO HACIA LA EQUIDAD
Para cambiar esta situación, es crucial fomentar la igualdad de género desde la educación y la economía. Es necesario promover que las niñas se interesen en disciplinas tradicionalmente dominadas por hombres y brindarles oportunidades para desarrollarse en ellas.
“Las materias no tienen género; las niñas deben saber que pueden estudiar y dedicarse a lo que deseen”, concluyó la especialista de Unicef.
Con informacion de La Jornada