El instituto Mexicano para la Competitividad realizó en días recientes un estudio, en torno al Día Internacional de la Mujer, en el que analiza el impacto económico de la incorporación de más mujeres al mercado laboral en México, mismo que desveló el atraso que nuestro país tiene en este sentido en comparación con los estados que conforman la OCDE.
El estudio referido arroja cifras de enorme relevancia tanto para la inclusión laboral de las mujeres como para la economía en general. Según la información durante la última década, la participación económica de las mujeres en México aumentó de 43% a 46%, según el INEGI. Lo cual la pone muy por debajo de lo ocurrido en el resto de los países de la OCDE, la cual alcanza ya un 67%. Esto nos pone en una situación de emergencia en cuanto a la premura para desarrollar políticas públicas encaminadas a solucionar dicho atraso, pues de no hacerlo a México le tomaría 56 años alcanzar la tasa de participación económica que hoy tienen estos países.
¿Cómo beneficia la incorporación de las mujeres al campo labora?
Según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, en promedio, el incremento de la participación económica de las mujeres impulsó un crecimiento anual del PIB per cápita de 0.37 puntos porcentuales entre 2000 y 2022, mientras que los hombres contribuyeron con menos de la mitad de esta proporción, es decir, 0.14 puntos porcentuales. El estudio muestra que aquellos países con las tasas más bajas de participación económica de las mujeres (como Italia, México y Turquía) son los que tienen mayor potencial de crecimiento económico.
Según la medición hecha por el IMCO, si en México se lograra que la tasa de participación laboral femenina fuera similar a la de la Organización para la OCDE, el PIB podría crecer en 6.9 billones de pesos en los próximos 10 años.