El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE), pasó semanas antes de la toma de posesión de Donald Trump preparando listas de indocumentados que podrían ser arrestados al iniciar las políticas de control de migración prometida por el republicano.
Esas listas de objetivos se han agotado, y la agencia no ha tenido tiempo suficiente para hacer la investigación, vigilancia y planificación necesarias para mantener el nivel de arrestos y deportaciones exigido por el presidente.
El objetivo es la detención de 1500 personas al día
Derivado de lo anterior, los dos principales funcionarios ICE fueron destituidos de sus cargos esta semana por la “falta de resultados”, según indicó Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, debido a que los arrestos de migrantes irregulares han caído durante las últimas semanas. Mientras a finales de enero hubo 800 detenciones por día, en febrero bajaron a menos de 600 diarios.
Las detenciones se encuentran muy por debajo del objetivo de realizar de mil 200 a mil 500 arrestos por día, cifra que se propuso la administración del presidente Trump. “No estoy feliz, necesitamos más”, declaró Tom Homan, el “zar fronterizo “de la administración estadounidense.
Lo anterior no solo ha derivado en los despidos ya mencionados, sino que ha agravado la persecución de latinos en territorio estadounidense por parte de la agencia gubernamental, intentando realizar redadas en escuelas, e incluso deteniendo a ciudadanos estadounidenses sin historial criminal, llevando a cabo graves violaciones a los derechos humanos.