Avanza la extrema derecha en Europa

La reciente reunión de líderes y personalidades de los partidos de extrema derecha de toda Europa ha puesto sobre la mesa la importante fractura existente en la escena política continental.

La Cumbre de Patriotas por Europa (PfE), realizada a principios de febrero en Madrid, España, atrajo a más de 2.000 participantes de todos los rincones del continente. Esta fue la primera reunión a gran escala de la coalición tras convertirse en el tercer mayor grupo político del Parlamento Europeo.

Durante la cumbre, representantes de distintos partidos políticos de extrema derecha promovieron abiertamente sus posturas en contra de la Unión Europea, la inmigración y el liberalismo.

El ascenso de las fuerzas políticas de extrema derecha ha reconfigurado significativamente el panorama político de Europa en años recientes.

En Francia, la Agrupación Nacional pasó de tener menos de 10 escaños parlamentarios en 2017 a más de 120 en 2024, rompiendo el equilibrio de poder a mantenido entre el bloque del presidente francés Emmanuel Macron y el bloque de izquierda.

Marine Le Pen, líder de la ultra derecha francesa.

En diciembre de 2024, una coalición entre las fuerzas de extrema derecha e izquierda derrocó al Gobierno del primer ministro Michel Barnier, provocando el primer estancamiento presupuestario de Francia en 45 años y poniendo de manifiesto la fragilidad de la alianza gobernante.

Por su parte, Alemania también enfrenta agitación política. Las recientes encuestas indican que el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) mantiene un índice de apoyo del 20 por ciento previo a las elecciones federales, superando al gobernante Partido Socialdemócrata y convirtiéndose en la segunda mayor fuerza política en el país.

Han surgido cuestionamientos serios a la integración europea

El surgimiento de la extrema derecha tiene su origen en una combinación de crisis económicas, sociales, políticas y migratoria. La elevada inflación y los cortes de energía, derivados del conflicto entre Rusia y Ucrania. Los partidos tradicionales han sido señalados como responsables de la erosión de la confianza hacia el sistema europeo actual, especialmente dada la incapacidad percibida de los partidos mayoritarios para resolver estos desafíos. Los sentimientos nacionalistas y antiinmigrantes han experimentado un crecimiento acelerado en toda Europa.

En Alemania, el descontento público con la coalición gobernante, las crisis energéticas y las políticas de inmigración han impulsado la expansión de la AfD. En Francia, la Agrupación Nacional, partido liderado por Le Pen, ha aprovechado el descontento social contra las reformas de Macron para expandir su influencia política.

La creciente influencia de la Agrupación Nacional Francesa y la AfD de Alemania ya ha obligado a los partidos mayoritarios a adoptar posturas más conservadoras en materia de inmigración y medio ambiente.