La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) enfrenta un desafío crítico en el manejo de las solicitudes de asilo, con un rezago cercano al 60 por ciento respecto a las peticiones realizadas en 2023. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de fortalecer la capacidad operativa de la Comisión ante la creciente demanda.
Especialistas advierten que las medidas implementadas por el expresidente Donald Trump podrían incrementar las solicitudes de asilo en México. Este fenómeno se atribuye a las restricciones migratorias más severas del país vecino, que obligan a miles de migrantes a buscar alternativas legales dentro del territorio mexicano.
ESTADÍSTICAS ALARMANTES
En 2024, un total de 78 mil 975 personas iniciaron trámites de refugio en México, de las cuales solo el 42 por ciento ha recibido una resolución, ya sea positiva o negativa. Sin embargo, el restante 58 por ciento de los casos continúa en suspenso. Además, el tiempo de espera para obtener una respuesta puede extenderse más de un año.
Entre las solicitudes procesadas en 2024, se otorgaron 24 mil 969 resoluciones positivas y mil 886 con protección complementaria. Por otro lado, cerca de 7 mil solicitudes fueron rechazadas, mientras que 45 mil 131 peticionarios cumplieron un año sin recibir respuesta.
RECURSOS INSUFICIENTES
El presupuesto de la Comar se ha visto reducido en 2025, pasando de 51.2 millones de pesos en 2024 a 47.8 millones, lo que representa una disminución del 10 por ciento.
Esta situación agrava la dependencia de la Comar respecto a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que actualmente proporciona el doble de recursos que el presupuesto ordinario de la Comisión.
Desde 2013 hasta el cierre de 2024, la Comar ha otorgado calidad de refugiado o protección complementaria a 156 mil 718 personas, mientras que 57 mil 490 solicitudes fueron rechazadas. A pesar de estos avances, las cifras de trámites pendientes siguen siendo alarmantes.
UN LLAMADO A LA ACCIÓN
La situación actual de la Comar evidencia la urgencia de mejorar los mecanismos de atención y resolución de solicitudes de asilo, así como de asegurar un financiamiento adecuado para enfrentar el creciente flujo migratorio.
La colaboración con organismos internacionales y la implementación de políticas integrales son fundamentales para abordar esta crisis humanitaria.
