La inflación en Argentina, aunque sigue siendo alta, disminuyó significativamente respecto al año previo, marcando una baja de 93 puntos porcentuales. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación mensual en diciembre fue del 2.7%, cerrando el año con una variación anual de 117.8%.
Este valor representa una caída de más de 93 puntos porcentuales respecto al 211.4% registrado en 2023. La inflación de noviembre también había sido baja en comparación, con un índice del 2.4%.
PRINCIPALES SECTORES CON AUMENTOS EN DICIEMBRE
En diciembre, los rubros que experimentaron mayores aumentos fueron:
- Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles: 5.3%
- Comunicación: 5%, impulsado por subas en servicios de telefonía e internet.
Por otro lado, los sectores con menores variaciones fueron:
- Prendas de vestir y calzado: 1.6%
- Equipamiento y mantenimiento del hogar: 0.9%
IMPACTO DE LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS Y CONTEXTO SOCIAL
El descenso en la inflación refleja el efecto de las políticas implementadas por el presidente ultraliberal Javier Milei, quien aplicó un severo plan de ajuste económico. Sin embargo, estas medidas también han generado un aumento significativo en la pobreza, que alcanzó el 52.9% en el primer semestre de 2024, según cifras oficiales.
El repunte de los precios en diciembre fue atribuido a factores estacionales como las fiestas de fin de año y las vacaciones, según consultoras privadas.
PERSPECTIVAS DE INFLACIÓN PARA 2025
El economista Camilo Tiscornia, de C&T Asesores Económicos, anticipó que enero de 2025 podría registrar una inflación incluso menor, un fenómeno atípico para el primer mes del año. “Es algo bastante sorprendente porque habitualmente enero es un mes de inflación bastante alta”, destacó Tiscornia.
Un relevamiento del Banco Central de Argentina proyectó una inflación anual de 25.9% para 2025, indicando una expectativa de estabilización económica.
TIPO DE CAMBIO Y SU IMPACTO EN LA INFLACIÓN
El gobierno también evalúa reducir el ritmo de devaluación del peso frente al dólar, actualmente fijado en un 2% mensual. Según Tiscornia, frenar la devaluación podría contribuir a una mayor baja de la inflación, dado el fuerte impacto que los movimientos del tipo de cambio tienen en los precios.
“Si se frena la devaluación, la inflación puede bajar más todavía”, concluyó el economista.