El presidente destituido de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, fue detenido en un gran operativo policial en el complejo presidencial, insistiendo desafiantemente que la agencia anticorrupción no tenía la autoridad para investigar sus acciones, pero dijo que cumplió para prevenir la violencia.
En un mensaje de video grabado antes de ser escoltado a la sede de la agencia anticorrupción, Yoon lamentó que “el estado de derecho se haya derrumbado por completo en este país”.
Yoon, el primer presidente en funciones del país detenido, llevaba semanas refugiado en la residencia de Hannam-dong, en la capital, Seúl, mientras prometía “luchar hasta el final” contra los intentos de derrocarlo. Ha justificado su declaración de la ley marcial el 3 de diciembre como un acto legítimo de gobierno contra una oposición “antiestatal” que utiliza su mayoría legislativa para frustrar su agenda.
La Oficina de Investigación de la Corrupción para Funcionarios de Alto Rango dijo que Yoon fue puesto bajo custodia aproximadamente cinco horas después de que los investigadores llegaron al complejo presidencial y aproximadamente tres horas después de que ingresaron con éxito a la residencia, en su segundo intento de detenerlo por su imposición de la ley marcial el mes pasado.
Una serie de todoterrenos negros, algunos equipados con sirenas, fueron vistos saliendo del complejo presidencial con escoltas policiales. Un vehículo en el que aparentemente viajaba Yoon llegó más tarde a la oficina de la agencia en la cercana ciudad de Gwacheon.
