Por Christian López
X: @Chriz_lopez
La 4T como conjunto de organizaciones sociales, sobre todo de izquierda, que se aglutinaron alrededor del proyecto político que hoy conocemos como “humanismo mexicano” y que tiene como instrumento de representación y plataforma de participación electoral al partido movimiento de regeneración nacional, al Partido del Trabajo y al PVEM, responde no solo a una alternancia partidista dentro de un sistema de democracia liberal occidental, sino mas bien a un cambio de régimen político mas democrático, que genere una separación efectiva entre el poder político y el poder económico, que ponga los recursos y las instituciones del Estado al servicio de las grandes mayorías, sin dejar de lado la seguridad jurídica, estabilidad política y macroeconómica que aseguren la prosperidad del empresariado.
La frase “por el bien de todos, primero los pobres” no se refiere solo a un populismo barato y carente de contenido como el de la derecha, mucho menos a un clientelismo asegurado a través de la acción de sindicatos y confederaciones de obreros o campesinos que concentran y reparten programas sociales a conveniencia como ocurría durante gobiernos anteriores, se refiere a un cambio de paradigma que nos acerque mas al bien común, a un proceso de redistribución de la riqueza principalmente a través de dos instrumentos 1. El aumento efectivo del salario mínimo; 2. Los programas sociales. Esto derribando dos mitos ampliamente difundidos por la tecnocracia neoliberal y sus merolicos mediáticos.
- El aumento del sueldo mínimo no genero una incontrolable inflación cono ellos sostenían.
- Los programas sociales no son regalar dinero a huevones.
Lo anterior no solo no ha generado afectaciones a las finanzas públicas, sino que ha tenido el impacto positivo de expandir el mercado interno, fortalecer los mercados locales y la capacidad de consumo de la mayor parte de las familias en este país, especialmente aquellas que menos tienen, logrando sacar de la pobreza alimentaria a mas de 5 millones de personas durante el sexenio del presidente López Obrador.
Utilizaré solo el ejemplo del programa jóvenes construyendo el futuro para desarrollar mi idea de lo bien estructurados que son estos programas, ideas desarrolladas de manera simplificada en la siguiente lista:
- Atiende de manera emergente el problema de la discriminación labora en contra de las y los jóvenes.
- Funciona como un subsidio al empresariado ya que le proporciona fuerza laborar gratuita, que a su vez se especializa en su giro específico, aumentando la mano de obra calificada.
- Funciona también como un subsidio al empresariado en el único elemento creador de la riqueza, según la ciencia económica, la mano de obra del trabajador
- Fortalece los mercados locales, pues este dinero líquido que reciben las juventudes inscritas al programa se gasta literalmente de manera local, en las colonias, pueblo y barrios de quienes reciben este apoyo.
- Fortalece la economía familiar.
- Aporta ala expansión del mercado interno junto con los miles de millones invertidos en los programas sociales y por ende coadyuva en la atracción de inversión extranjera directa.
- Combate la informalidad al facilitar el acceso a trabajos formales y registros ante el IMSS para las y los jóvenes de este país.
Podríamos hablar del resto de programas sociales y sus impactos positivos en la construcción de la paz, el fortalecimiento de la economía, la justicia social y el medio ambiente, como sembrando vida que ha plantado mas de 1500 millones de árboles maderables en el país, además de haber logrado ya la autonomía nacional en cuanto a producción de frijol.
Los programas sociales son, sin embargo, medidas emergentes para apuntalar el verdadero proceso de transformación que nos tomará al menso 3 décadas, pues nos es necesario transformar un sistema jurídico, social, económico, educativo, legislativo y cultural para encontrarnos con un nuevo horizonte al que nos referimos como posneoliberal, pues no buscamos regresar ni a los tiempos de la revolución institucional, ni al sistema del capitalismo salvaje porfirista o el sistema de regar desde arriba para salpicar hasta abajo, estamos regando y nutriendo la raíz para que en este país la libertad, la justicia, la seguridad y la prosperidad sean colectivas y el éxito individual no esté basado en el abuso, la corrupción, el compadrazgo, el tráfico de influencias ni el color de piel, género, orientación sexual ni localización geográfica, queremos todos los derechos para todas las personas, todas las oportunidades para todo nuestro pueblo y una prosperidad compartida entendiendo que si a los de abajo les va bien, a los de arriba también, pero la historia nos ha demostrado que si invertimos la función, la realidad es otra.