Por José García Sánchez
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Los partidos surgen en México ante la necesidad de alternativas ideológicas, aunque después se fusionen con otras antagónicas en busca de sobrevivencia. El PAN surge como contrapeso ante algo que en su fantasía consideraban un peligro y la obsesión de infundir miedo en la población, ante la carencia de ideas políticas que le otorguen personalidad propia.
Los creadores del PAN, tenía sólo una idea obsesiva: impedir la llegada del socialismo que veían acercarse en el gobierno de Lázaro Cárdenas. Es decir, este partido no surge de una necesidad social o de un ideal popular o de una política o ideológica, sino de una reducida cúpula de abogados que defienden los intereses de las compañías petroleras extranjeras. De ahí que no nos extrañe las actitudes de sus bisnietos exigiendo derechos a otros países para entrar a México.
Se trata de una organización que nunca debió existir en una democracia, pero los intereses de los grandes capitalistas dentro y fuera del país, terminaron por seducir a los priistas y convertirse no en socios sino en cómplices del saqueo.
El PAN no practica la democracia ni dentro ni fuera de su partido, designa cargos, líderes, dirigentes, puestos y hasta intereses, siempre y cuando tengan que ver con las élites. La ingenuidad de quienes sin ser empresarios o por lo menos con una vida holgada les siguen, ha chocado últimamente con las declaraciones de sus líderes y legisladores, que se quitan la máscara en medio de llantos y gritos ante las consecutivas derrotas en todos los ámbitos de su vida política y social.
Los intereses que le dieron origen al PAN marcaron su ideología y colocaron, desde siempre, a sus líderes en una evidente sumisión a los intereses de empresas extranjeras principalmente, como lo hicieron, en la práctica durante los sexenios de Fox y Calderón. Así, nace como grupo de presión que vela por los intereses extranjeros, infiltrado como partido político nacional en México, y con la consigna permanente de traicionar a la patria.
El PAN de nacimiento es traidor a la Patria, siempre antepuso los intereses extranjeros a los nacionales, lo mismo que sus líderes y funcionarios. La admiración, incluso adoración, de los extranjeros de países como Estados Unidos y Reino Unido, a los que consideran superiores, es su guía ideológica, esas personas conocen mejor la vida de Kennedy que la de Benito Juárez, cualquiera puede comprobarlo en todo momento.
Nacer como contrapeso de un temor, crea un partido que infunde terror. Es decir, el miedo como la única manera de tener simpatizantes, militantes, adherentes, candidatos, etc. El verdadero génesis del PAN fue el miedo, el triunfo de la Revolución Mexicana asustó a los empresarios de dentro y fuera del país, y la derrota de los cristeros sirvió para darle al régimen político heredado de la revolución el mejor disfraz que haya tenido la lucha de clases en México que es la de colocar en la línea de fuego la fe católica.
Luego de la violenta reacción de la Cristiada, la aparición del PAN era suave, aterciopelada, inocente, impoluta, y se le dio un espacio en la política, que viene a sustituir a los fanáticos en revuelta a gángsters trajeados en defensa de las compañías petroleras extranjeras. Por lo menos parecían civilizados, no lo eran no lo son.
Así juntos los intereses empresariales que siguen temiendo al comunismo como si existiera, colocando el miedo en la gente a perder sus iglesias, curas, templos, creencias, fe.
Acción Nacional es el único partido en México sin raíces ideológicas, sin razón social para surgir, sin pensamiento político propio, sin consenso social, sin base cautivas en la población,. Sin razón de ser.
Ya para el triunfo de la Revolución Cubana, la combinación de intereses empresariales y defensa a ultranza de la religión se habían convertido en un solo paquete, con las recomendaciones de Joseph Goebbels, la historia estaba lista para que partidos como el PAN tuviera el terror en todos y cada uno de sus discursos, declaraciones, incluso, expresiones corporales.
El miedo da origen al PAN y su fortalezca fue el terror, es decir los terroristas son ellos también los traidores a la patria.
Los conservadores han intentado a lo largo de la historia que nada cambie, su incapacidad para adaptarse a los tiempos, es cada vez mayor porque no entienden lo que sucede. Desconocen la historia y la legalidad porque, hasta ahora no habían necesitado de ese conocimiento para imperar.
Así si avanza un régimen progresista la solución en la que piensan primero es la más rápida pero la más efímera: el golpe de Estado y el PAN va para allá.