Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, defendió con firmeza la reciente reforma judicial, destacando que esta transformará el sistema de justicia del país y servirá como ejemplo a nivel mundial.
A pesar de las críticas provenientes de la Escuela de Derecho de Harvard, Sheinbaum subrayó la importancia del cambio, que otorga al pueblo la capacidad de elegir a sus jueces y magistrados a través de un proceso público y transparente.
UN EJEMPLO AUNQUE EN HARVARD SE RÍAN
Durante un evento, Sheinbaum hizo referencia a un foro en Harvard donde el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, al describir los requisitos para ser juzgador en México tras la reforma, provocó risas entre los asistentes.
«Si algo estamos haciendo en México y va a ser un ejemplo al mundo, aunque en Harvard digan otra cosa, es la elección del Poder Judicial».
‘A mí me toca defender a todos los mexicanos’: Sheinbaum se defendió ante burlas en Harvard
La presidenta mencionó que no le importan las burlas hacia la reforma judicial y puntualizó que sería importante que la institución investigara los casos de corrupción, nepotismo,… pic.twitter.com/z1PJ4onMYn
— JUCA Noticias (@JucaNoticias) October 22, 2024
La presidenta explicó que, con la reforma, el pueblo será el encargado de elegir a jueces, magistrados y ministros de la Corte mediante un proceso abierto y transparente, garantizando un Estado de derecho en el que se prioricen los intereses de la población mexicana.
“Nosotros servimos al pueblo de México, no a unos cuantos intereses”, añadió.
CAMPAÑA MEDIATICA
Sheinbaum también denunció lo que considera una nueva campaña mediática en su contra, derivada de su desacato a decisiones judiciales que buscan frenar la reforma judicial, la cual fue publicada el 15 de septiembre en el Diario Oficial de la Federación.
“Curiosamente, de García Luna ya nadie habla, y ahora el gran tema es el desacato de la presidenta de la República”, expresó, refiriéndose a las críticas hacia su gobierno.
Finalmente, Sheinbaum cuestionó la imparcialidad de algunos jueces y magistrados, sugiriendo que están más interesados en defender amparos que frenan la reforma judicial que en servir al pueblo.
