La crisis energética en Cuba ha alcanzado niveles críticos, afectando gravemente la vida cotidiana de sus ciudadanos.
Esta situación se debe a una combinación de factores, entre los que destacan la obsolescencia de las infraestructuras, la falta de inversiones y el déficit de combustible, las centrales termoeléctricas de Cuba, muchas de las cuales datan de la era soviética, han sufrido un deterioro significativo debido a la falta de mantenimiento y modernización.
Este envejecimiento de las plantas generadoras ha reducido su capacidad de producción, provocando apagones frecuentes y prolongados. Además, la escasez de divisas ha limitado la capacidad del país para importar el combustible necesario para operar estas plantas.
#Cuba en la oscuridad
Un apagón general ha dejado a casi 10 millones de personas sin luz, sumergiendo a la isla en una crisis energética profunda.
El régimen de Díaz-Canel es responsable; las centrales termoeléctricas están colapsadas.
Sin electricidad, la población… pic.twitter.com/zEUqWDervv
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 19, 2024
DECLARAN EMERGENCIA ENERGÉTICA
La situación se ha agravado con la caída de la principal termoeléctrica del país, lo que llevó al gobierno a declarar una «emergencia energética».
Este colapso ha dejado a millones de cubanos sin electricidad, afectando no solo a los hogares, sino también a servicios esenciales como hospitales y sistemas de transporte. Los apagones han generado un clima de descontento social, con protestas en varias ciudades del país.
El gobierno cubano ha implementado medidas de ahorro energético, restringiendo actividades y promoviendo el uso eficiente de la energía. Sin embargo, estas acciones no han sido suficientes para mitigar los efectos de la crisis. La falta de electricidad ha paralizado la economía, afectando la producción industrial y agrícola, y dificultando la vida diaria de los ciudadanos.
La crisis energética en Cuba es un problema complejo que requiere soluciones a largo plazo. La modernización de las infraestructuras y la diversificación de las fuentes de energía son pasos cruciales para superar esta situación.
Mientras tanto, los cubanos continúan enfrentando los desafíos diarios que esta crisis impone, esperando una mejora en el suministro eléctrico que les permita retomar una vida normal.