Durante la madrugada, trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF), junto con miembros de organizaciones sociales, bloquearon las calles cercanas al Senado de la República.
En un acto simbólico, colocaron una cadena en el acceso principal de las instalaciones, con el objetivo de impedir que los legisladores sesionaran.
Su demanda principal es que la Junta de Coordinación Política del Senado reciba a una comisión de trabajadores.
«Estamos cerrando pacíficamente todos los accesos al Senado, así como las calles aledañas, que están resguardadas por granaderos de la Ciudad de México. Los compañeros están actuando de forma pacífica frente a la policía, con la única exigencia de que se establezca un diálogo con la Junta de Coordinación Política del Senado», señalaron los manifestantes.
Agregaron que mantendrán los accesos cerrados hasta que los senadores accedan a dialogar. Hicieron un llamado directo al senador Adán Augusto López para que se abra un espacio de diálogo respetuoso con los trabajadores del PJF.
Los manifestantes destacaron que «están haciendo historia nuevamente». Uno de los dirigentes cuestionó a los presentes: “¿Es su decisión estar aquí para evitar que México entre en un estado autoritario?». Continuó animándolos a resistir:
«Está en sus manos evitar esta arbitrariedad. Han intentado dividirnos y detenernos, tanto desde fuera como desde dentro, pero les pregunto: ¿quieren seguir luchando?, ¿están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias?».
El dirigente concluyó afirmando que este movimiento es de todos y que permanecerán en el Senado hasta ser escuchados.
Los manifestantes, provenientes de estados como Morelos, Michoacán, Zacatecas y Jalisco, instalaron casas de campaña, reafirmando su intención de no retirarse hasta que se concrete el diálogo.
