Por José García
X: @Josangasa3
Las críticas de algunos columnistas contra todo lo que forma parte de la Cuarta Transformación tienen más consigna que verdad y si a eso sumamos los vicios que son tradicionales en algunos medios al echar de ronco pecho condimentos adicionales para lucirse desgastando, encontramos que los análisis, incluso las notas informativas tienen mala fe, por decir lo menos.
La deuda del gobierno estatal ha sido materia de cuestionamientos severos, asegurando que sólo aumenta y no se paga, cuando es exactamente al revés. A lo largo y ancho del territorio veracruzano algunos comunicadores retoman recurrentemente el tema de las deudas como si se tratara del Talón de Aquiles de los alcaldes de la 4T, cuando la realidad es muy diferente.
Para el cambio de presidentes municipales en la entidad falta más de un año y para las elecciones que confirmen su geografía política de la entidad, poco menos tiempo; sin embargo, los medios de siempre y los columnistas de costumbre, ya anuncian debacles económicas, y acusaciones de desvíos en más de uno de los municipios. Actualmente morena gobierna el 70 por ciento de los municipios veracruzanos, seguramente avanzará la mancha guinda en la entidad.
La guerra mediática tuvo su expresión más sórdida en la guerra sucia contra la entonces candidata a la gubernatura, Rocío Nahle, quien pudo aclarar a tiempo las acusaciones que inventaron para evitar que llegara al triunfo electoral, el cual mostró una gran diferencia.
En estas elecciones la oposición dedicó espacios y tiempos a alquilar encuestadoras que anunciaban resultados a modo, arrojaban mentiras que algunos creyeron, pero además con una desproporción fuera de la lógica, porque mientras veíamos multitudes en los mítines de Nahle, en las reuniones de su contrincante, de apellido Yunes, por cierto, nunca hubo más de 300 personas, reunidas siempre en salones de hoteles y espacios cerrados.
Así, la mentira fue combinándose con críticas y cuestionamientos que ya algunos traían como obsesión desde años atrás, donde la deuda era tema recurrente. Así, el caso de Tuxpan, muestra que puede manejarse la deuda con honestidad y austeridad, pero sobre todo con inteligencia.
Para acusar a los gobiernos estatal y municipales se usaron varias artimañas que se intensificarán con la proximidad de las elecciones, como una manera desesperada de restar votos a los candidatos de Morena, incluso no puede descartarse una futura guerra sucia para tratar de retener municipios donde tienen sus guaridas los Yunes, que es Veracruz y Boca del Río, que ellos gustan en llamar bastiones pero en realidad son madrigueras.
En el caso de Tuxpan, el presidente municipal recibió la administración con una deuda muy alta, situación agravada por alcaldes panistas y priistas.
Pozos Castro inició un programa de austeridad que evitó gastos superfluos hasta convertirse en un municipio que paga sólo deudas adquiridas por anteriores administraciones. En 2022 pagó más de 70 millones de pesos de su adeudo y, en 2023, más de 52 millones, con lo que la deuda tomo su cauce. No fue fácil porque se trabajó intensamente en obra pública, como es el caso de la inversión de más de 500 millones de pesos en infraestructura hidráulica, lo cual sirvió para que los tuxpeños tuvieran agua potable, problema que no dejaban de crecer en todo el municipio.
Así, había que pagar deudas contraídas anteriores, trabajar en los rezagos de la indolencia y falta de transparencia de esos gobiernos, y aportar lo que el presidente municipal había planificado para este floreciente municipio.
El crecimiento, que está a la vista de todo aquel que llega a Tuxpan, dio lugar a que, por segundo año consecutivo, la calificadora HR Ratings, subiera su calificación crediticia a la localidad. A pesar de que apenas va a la mitad de su administración José Manuel Pozos logró que Tuxpan pasara de la calificación HRA, a HRA con Perspectiva Estable, lo cual repercute, de manera notoria en el mercado financiero. Transformación que es atestiguada por visitantes y habitantes.
Algo similar sucedió con la calificadora Moody’s, que subió la certificación de Tuxpan a nivel A-.mx, desde BBB+ mx, manteniendo Perspectiva Estable, así sostiene que “En esta calificación se refleja el manejo eficaz, responsable y transparente de los recursos públicos de la Administración del alcalde José Manuel Pozos Castro”.
Se trata de los municipios con más futuro en Veracruz, cuya naturaleza crea un marco propicio para la inversión, el esfuerzo no ha sido en vano, a grado tal que el crédito que condicionaba el crecimiento y colocaba al borde de la quiebra a Tuxpan, obtenido en 2013, cuando gobernaba el entonces priísta Alberto Silva, por 220 millones se ha puesto al día y así está garantizado que suceda hasta la fecha de conclusión en 2028, debido al puntual manejo del crédito.
La localidad cuenta con reservas suficientes para continuar haciendo obras en beneficio de los tuxpeños para poco más de un año de gobierno, en el cual despuntarán nuevos alcances con la invaluable contribución de sus habitantes que luchan todos los días por cambios sustanciales en su nivel de vida.