En una muestra de solidaridad y preocupación por la integridad de la justicia en México, más de dos mil trabajadores del Poder Judicial de la Federación en Puebla se han unido al paro nacional.
Este movimiento surge como respuesta a la propuesta de reforma judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha generado controversia y debate en todo el país.
A las 9:00 horas, los empleados del Sexto Circuito hicieron patente su descontento colocando un moño negro en la entrada principal del edificio federal. Este acto simbólico no solo representa el luto por la soberanía del Poder Judicial, sino que también es una protesta directa contra los cambios propuestos por el Ejecutivo, con el apoyo del Legislativo.
Jueces, magistrados y secretarios han suspendido sus actividades por tiempo indefinido, sumándose a la voz nacional que clama por un alto a la reforma. Los manifestantes han expresado su temor a que la reforma perjudique la carrera judicial y han criticado la idea de asignar puestos mediante un proceso aleatorio de selección, comparándolo con una “tómbola”.
Defensores de la Constitución Autodenominados “defensores de la Constitución”, los trabajadores han decidido atender únicamente “casos urgentes”, manteniendo el respeto por el paro establecido.
Durante las protestas, han argumentado que las reformas propuestas atentan contra la autonomía del Poder Judicial y las han calificado como un “capricho personal” del presidente.
En su conferencia de prensa matutina, el presidente López Obrador ha criticado el paro, acusando a los participantes de actuar como “paleros” de los corruptos que se oponen a su reforma.
