Sembremos Esperanza y el desarrollo sostenible: un legado de 28 años de Alejandro Armenta

El programa “Sembremos Esperanza”, liderado por el gobernador electo Alejandro Armenta, tiene como objetivo fomentar la conciencia ambiental y promover el desarrollo sostenible en el estado de Puebla.

Este 2024, “Sembremos Esperanza” cumple 28 años desde que se inició como una iniciativa comprometida con la reforestación y la educación ecológica, un esfuerzo constante que ha sido piedra angular en la defensa y cuidado del planeta.

Para conmemorar esta labor, el día de hoy se llevó a cabo una actividad especial en el corazón del Centro Histórico de Puebla, donde se entregaron a los ciudadanos 500 árboles de nogal, 500 de pino y 500 de limón.

Con la participación de 10 colectivos y alrededor de 120 jóvenes, esta acción simboliza el compromiso de los poblanos con un futuro verde y sostenible, tanto para el estado como para el país.

SEMBREMOS ESPERANZA

Las iniciativas de “Sembremos Esperanza” están alineadas con los programas ecológicos y de desarrollo del campo que impulsará la próxima administración federal, liderada por la presidenta electa, la doctora Claudia Sheinbaum.

En paralelo, el programa “Sembrando Vida”, que también será fortalecido en Puebla, ya cuenta con sembradores que están garantizando la producción de sus productos, apoyando así a los campesinos en su labor diaria y asegurando la sostenibilidad del sector agrícola en el estado.

Además, como parte de sus acciones para el desarrollo rural y la protección del medio ambiente, Alejandro Armenta ha anunciado la construcción de 10 agroparques en diversas regiones del estado.

Estos agroparques, que integrarán tecnología agroalimentaria avanzada, están diseñados para mejorar la productividad agrícola y aumentar los ingresos de los campesinos, mientras se promueve una cultura sostenible y respetuosa con el entorno.

Este 9 de agosto marca además 35 años desde que Alejandro Armenta inició su carrera política, tras ser electo por plebiscito como presidente municipal de Acatzingo en 1992. Este aniversario es un recordatorio de su compromiso con la tierra y su gente, un compromiso que sigue guiando sus acciones en favor del medio ambiente y el desarrollo sostenible.