El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha reafirmado su disposición a brindar más apoyo a Venezuela, siempre que se respete la voluntad popular expresada en las elecciones del 28 de julio.
Durante su conferencia matutina, el mandatario mexicano enfatizó la importancia de evitar cualquier forma de “intervencionismo” o “imposición” externa.
López Obrador subrayó que el apoyo de México continuará si se percibe una verdadera voluntad democrática en Venezuela, sin influencias extranjeras ni sesgos ideológicos, y siempre respetando la decisión del pueblo venezolano.
Estas declaraciones se dieron en respuesta a una pregunta sobre la crisis poselectoral que enfrenta Venezuela tras la reelección de Nicolás Maduro, proclamada por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Por su parte, el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, expresó optimismo sobre las gestiones que están realizando Colombia, México y Brasil para abordar la situación en Venezuela, adelantando que los tres países emitirán un nuevo comunicado sobre su labor conjunta.
La oposición venezolana, liderada por María Corina Machado, ha manifestado su esperanza de que se puedan establecer términos claros y firmes para una negociación efectiva, gracias al respaldo de estos tres países, que mantienen canales de comunicación privilegiados con el gobierno venezolano y han adoptado una postura prudente.
López Obrador reiteró la necesidad de que las autoridades electorales venezolanas divulguen los resultados y sigan los procedimientos establecidos, diferenciando su postura de la del presidente chileno, Gabriel Boric, quien ha expresado dudas sobre la transparencia del proceso electoral en Venezuela.
El presidente mexicano destacó que su enfoque siempre ha sido la resolución pacífica de controversias, una postura que reafirmó tras conversaciones recientes con sus homólogos de Brasil y Colombia.
Aunque las protestas tras las elecciones han dejado un saldo de más de veinte muertos y alrededor de 2,230 detenidos en Venezuela, López Obrador defendió su posición, insistiendo en que la violencia y la represión no son el camino adecuado para resolver la crisis.
Finalmente, López Obrador celebró la ausencia de violencia mayor en este contexto, recordando que la prioridad en las conversaciones con los presidentes Lula da Silva y Gustavo Petro fue evitar la confrontación y promover la paz.